EDUCACIÓN DIGITAL, HERRAMIENTA CONTRA LA CENSURA EN INTERNET

El acceso libre a la información es esencial para las democracias, por lo que expertos señalan que la educación digital debe ser la respuesta ante los intentos de censura en línea.

Ciudad de México, 11 de marzo de 2025. Cada 12 de marzo se conmemora el Día Mundial Contra la Censura en Internet, una fecha promovida por Reporteros Sin Fronteras (RSF) desde 2008 para visibilizar los bloqueos al acceso a la información y la defensa de la libertad de expresión en el entorno digital. A lo largo de los años, la censura en línea ha evolucionado, con gobiernos y entidades privadas implementando restricciones bajo argumentos de seguridad, moralidad o estabilidad política.

Norberto Maldonado, experto en tecnología, destaca que la censura no solo limita la libertad de expresión, sino que también restringe el derecho de los ciudadanos a acceder a la información y forma su propio juicio. Según Maldonado, la educación digital es la herramienta clave para enfrentar este problema, ya que prepara a los usuarios para navegar de manera crítica en el mundo digital.

Aunque el acceso a la información nunca ha sido tan sencillo gracias a los dispositivos conectados a internet, existen países como China, Irán, Corea del Norte o Arabia Saudita donde se bloquean sitios web y redes sociales, restringiendo la libertad de expresión. Estos bloqueos no son exclusivos de regímenes autoritarios, ya que incluso en democracias se han implementado medidas de moderación de contenidos que en ocasiones son vistas como formas encubiertas de censura.

En México, Maldonado subraya la importancia de que los ciudadanos protejan la libertad de expresión, dado que la censura a periodistas, medios de comunicación y ciudadanos críticos puede ser una tentación para los políticos. Además, la digitalización ha transformado la forma en que se ejerce la libertad de expresión, pero también ha creado nuevos desafíos, como la saturación de opiniones y la propagación de desinformación y noticias falsas.

Aunque las plataformas digitales recurren a herramientas de filtrado y moderación para proteger a los usuarios del discurso de odio y la manipulación informativa, estos mecanismos también pueden ser utilizados para silenciar posturas incómodas. La falta de transparencia sobre cómo funcionan estos sistemas plantea dudas sobre el balance entre la regulación y la censura.

Para el experto, la solución no está en aumentar las restricciones, sino en mejorar la educación digital. Esta debe centrarse en enseñar a los usuarios a identificar fuentes confiables, fomentar el pensamiento crítico y promover el uso responsable de las herramientas digitales. Las nuevas tecnologías deben ser vistas como una oportunidad para crear sociedades más informadas y participativas, no como una amenaza.

En México, la censura en internet también se cruza con problemas como la violencia digital. A pesar de avances legislativos como la Ley Olimpia, aún existen vacíos en la regulación de tecnologías emergentes, especialmente en el uso de inteligencia artificial para generar contenido sin consentimiento. La violencia digital afecta principalmente a mujeres, que son víctimas de acoso, robo de identidad y difusión no consensuada de material íntimo. Según The Economist Intelligence Unit, el 85% de las mujeres a nivel mundial ha enfrentado violencia en línea, siendo las generaciones más jóvenes las más vulnerables.

Maldonado señala que la censura y la falta de educación digital son problemas relacionados, ya que la vigilancia masiva, el control de la información y la falta de regulación de las tecnologías emergentes afectan la privacidad y la libertad de expresión. A pesar de esto, existen herramientas como las redes privadas virtuales (VPN), la red Tor o el software de código abierto OONI, que permiten documentar bloqueos de contenido por parte de gobiernos o plataformas en diversas regiones.

Finalmente, el experto resalta que el debate sobre la censura debe centrarse en encontrar un equilibrio entre la regulación de contenidos dañinos y la protección de la libertad de expresión, especialmente para el periodismo profesional. La mejor estrategia, según Maldonado, es promover una cultura digital crítica y participativa que empodere a los ciudadanos para defender su derecho a informarse y expresarse sin restricciones arbitrarias.

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