EL DESPIDO DE CHRISTIAN HORNER ABRIRÍA UNA NUEVA ETAPA PARA RED BULL EN LA FÓRMULA 1.

La escudería Red Bull Racing podría experimentar una reconfiguración profunda si se concreta el despido de su director de equipo, Christian Horner. Aunque su salida no ha sido confirmada oficialmente, múltiples reportes apuntan a una creciente presión interna que podría culminar con su remoción del cargo tras casi dos décadas al frente de la organización.

Horner asumió el liderazgo del equipo en 2005 y desde entonces ha sido una figura central en su desarrollo, consolidación y dominio en la Fórmula 1. Bajo su gestión, Red Bull ha conseguido múltiples títulos mundiales y ha formado una estructura técnica y deportiva que ha permitido el ascenso de pilotos como Sebastian Vettel y Max Verstappen.

Sin embargo, en los últimos meses, tensiones internas han debilitado su posición. Reportes señalan desacuerdos con Helmut Marko y divisiones entre los ejecutivos que quedaron tras la muerte de Dietrich Mateschitz, fundador de la marca Red Bull. Estas disputas habrían derivado en una pérdida de respaldo por parte de sectores clave dentro de la organización, lo que ha intensificado los rumores de su posible salida.

Uno de los principales puntos de tensión es la estabilidad del equipo en torno a Max Verstappen. El piloto neerlandés ha expresado respaldo hacia Horner en ocasiones previas, por lo que su despido podría generar incertidumbre sobre la relación entre el piloto y la escudería. Algunos analistas incluso han sugerido que, ante un cambio de dirección, Verstappen podría reconsiderar su futuro dentro del equipo.

El despido de Horner también tendría consecuencias directas sobre proyectos estratégicos como Red Bull Powertrains, la división que desarrolla sus propias unidades de potencia de cara a 2026 en alianza con Ford. Horner ha sido uno de los principales impulsores del proyecto, por lo que su salida podría alterar tanto la gestión interna como los plazos de desarrollo.

Además, la posible reestructuración en Red Bull podría tener un efecto dominó en otras escuderías. De producirse una vacante en la dirección técnica o en el asiento de Verstappen, equipos como Mercedes, Aston Martin o Ferrari podrían intervenir en el mercado de pilotos y personal técnico, alterando el equilibrio actual de la parrilla.

Durante su gestión, Horner ha sido clave en la expansión comercial y técnica de Red Bull Racing. Ha dirigido al equipo en momentos complejos, como los cambios de reglamento, controversias por el límite presupuestario, sanciones técnicas y alianzas con fabricantes como Renault y Honda. Su salida representaría el fin de una era para la escudería.

Por ahora, ni Red Bull ni Horner han emitido declaraciones oficiales respecto a su continuidad. Sin embargo, la posibilidad de su despido ha cobrado fuerza y se mantiene como uno de los temas centrales en el entorno de la Fórmula 1 actual, especialmente en una etapa de transición técnica y reglamentaria rumbo a 2026.

El desenlace de esta situación será clave no solo para Red Bull, sino para el panorama completo del campeonato en los próximos años.

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