El 1º de mayo se conmemora en numerosos países el Día del Trabajo, una fecha que recuerda las luchas históricas del movimiento obrero por mejores condiciones laborales. Su origen se remonta a finales del siglo XIX, en Estados Unidos, en el contexto de las protestas por la jornada laboral de ocho horas.
El punto de inflexión ocurrió en Chicago en 1886, cuando trabajadores iniciaron una huelga masiva que culminó en los eventos conocidos como la Revuelta de Haymarket. Durante una manifestación el 4 de mayo, una explosión y el posterior enfrentamiento con la policía dejaron un número indeterminado de víctimas. Varios líderes sindicales fueron arrestados y algunos condenados a muerte.
En 1889, el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, reunido en París, proclamó el 1º de mayo como jornada de lucha internacional por los derechos laborales, en homenaje a los mártires de Chicago. Desde entonces, la fecha se consolidó como símbolo de organización sindical y reclamo colectivo en distintos contextos nacionales.
En México, el Día del Trabajo se reconoce oficialmente desde 1923. Cada año, sindicatos y organizaciones obreras realizan actos conmemorativos, marchas o concentraciones para expresar demandas laborales, salariales o sociales.
Aunque su significado puede variar según el país, la fecha mantiene su carácter histórico como jornada dedicada a los trabajadores y sus reivindicaciones.
