Se nos dijo que la reforma de Peña Nieto iba a mejorar la economía de las familias. Que iban a bajar los costos de la luz, el gas y la gasolina. Falso. Durante el sexenio del Peñato y tras aprobarse su Reforma Energética la economía de las familias mexicanas no solo no mejoró, sino que empeoró; los precios de la luz, el gas y la gasolina aumentaron en promedio 58% más que la inflación, mientras que el poder adquisitivo de una trabajadora o trabajador promedio se redujo en 11%. El salario mínimo aumentó en proporciones ínfimas, frente a los aumentos generalizados en precios de bienes y servicios básicos como los relacionados a la energía.
Hoy, el mandato popular se ha hecho realidad con la aprobación lo general con 353 votos a favor de la reforma a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política, en materia de áreas y empresas estratégicas, tenemos como objetivo fortalecer el control del Estado sobre áreas estratégicas como la energía eléctrica, el petróleo, y las telecomunicaciones, asegurando su administración pública y priorizando la seguridad y la soberanía energética de la nación.
Con esto, garantizaremos que la propiedad y el control de estas empresas sea una responsabilidad del Estado, asegurando que su actividad esté regulada por la ley.
