El Museo del Louvre en París reabrió sus puertas al público este miércoles, tres días después del robo de un conjunto de joyas históricas valuadas en aproximadamente 88 millones de euros, sustraídas del ala conocida como Galerie d’Apollon. Las piezas, que formaban parte de una exposición temporal dedicada al patrimonio artístico europeo, desaparecieron durante la madrugada del domingo, cuando el sistema de alarma se activó por una intrusión en la vitrina principal. De acuerdo con el Ministerio del Interior francés, los ladrones habrían actuado en menos de cinco minutos y abandonado el lugar antes de la llegada de las fuerzas de seguridad.
El director del museo, Laurence des Cars, fue convocado por el Senado francés para rendir un informe detallado sobre el incidente, las medidas de prevención vigentes y las posibles deficiencias en los protocolos de seguridad. Autoridades de la Gendarmería Nacional confirmaron que la investigación se mantiene abierta y que un grupo especializado en delitos patrimoniales analiza grabaciones de cámaras internas y externas del edificio. El Ministerio de Cultura informó, además, que se revisan contratos de mantenimiento con empresas privadas que operan los sistemas de monitoreo y sensores de movimiento del recinto, con el fin de determinar si hubo negligencia o vulneración externa.
Durante la reapertura, la dirección del Louvre anunció que la sala donde ocurrió el robo permanecerá cerrada de forma indefinida para trabajos de restauración y reforzamiento estructural. El museo implementará un plan de modernización que incluye la sustitución de los sistemas de vigilancia por tecnología de detección de calor y reconocimiento facial. Paralelamente, se llevará a cabo una auditoría integral de seguridad en colaboración con la Policía Nacional y la Interpol, dado el carácter internacional de las piezas robadas. A pesar del incidente, las autoridades recalcaron que la mayoría de las áreas del museo continúa abierta y que se reforzará la presencia policial durante los horarios de visita.
