En la sociedad contemporánea, persisten diversos mitos en torno al consumo de alcohol y su influencia en la actividad sexual. Aunque algunas personas creen que el alcohol puede mejorar el desempeño y la experiencia sexual, expertos en salud advierten sobre los riesgos y malentendidos asociados con esta idea.
Según investigadores en salud sexual, el consumo de alcohol puede tener efectos adversos en la función sexual. Aunque algunas personas pueden experimentar una reducción en la inhibición y una sensación temporal de desinhibición, el alcohol puede interferir con la capacidad de alcanzar y mantener una erección en los hombres, así como reducir la sensibilidad genital tanto en hombres como en mujeres.
Además, el alcohol en exceso puede afectar negativamente la toma de decisiones y el juicio, lo que puede aumentar el riesgo de conductas sexuales de riesgo, como el sexo sin protección y la participación en actividades sexuales no deseadas o arriesgadas, además esto implica que durante el acto sexual se presenten malestares físicos por la ingesta de alcohol en casos donde no se bebió con moderación.
Los expertos en salud enfatizan la importancia de tomar decisiones informadas sobre el consumo de alcohol y su impacto en la actividad sexual. Recomiendan practicar el sexo seguro y moderar el consumo de alcohol para promover una experiencia sexual saludable y satisfactoria.