Autoridades del Distrito de Columbia elevaron los cargos contra Rahmanullah Lakanwal, de 29 años y origen afgano, a asesinato en primer grado tras la muerte de la especialista del Ejército Sarah Beckstrom, de 20 años, en un tiroteo ocurrido el 26 de noviembre de 2025 cerca de la Casa Blanca. El sargento del Ejército del Aire Andrew Wolfe, de 24 años, continúa en estado crítico en un hospital local.
El incidente tuvo lugar en la estación de metro Farragut West, en el noroeste de la capital. Lakanwal, residente en Bellingham, Washington, condujo desde ese estado para ejecutar lo que la fiscal Jeanine Pirro describió como un ataque tipo emboscada con un revólver Smith & Wesson calibre .357. Imágenes de vigilancia capturaron al sospechoso doblando una esquina y abriendo fuego contra los guardias, quienes pertenecían a la Guardia Nacional de Virginia Occidental. Uno de los efectivos respondió con disparos, y el grupo sometió a Lakanwal hasta la llegada de la policía. El detenido presenta heridas de bala no letales, y las autoridades estiman que actuó sin cómplices.
Beckstrom, natural de Webster Springs y enlistada en junio de 2023, falleció la noche del 27 de noviembre, según confirmó el presidente Donald Trump en un mensaje público. Wolfe, originario de Martinsburg e incorporado en febrero de 2019, se sometió a cirugía tras el suceso. Inicialmente, el gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, publicó en redes sociales que ambos habían muerto, pero retractó el mensaje horas después al recibir informes contradictorios.
Lakanwal ingresó a Estados Unidos el 8 de septiembre de 2021 bajo la Operación Bienvenidos Aliados, programa impulsado por la administración de Joe Biden que reubicó a cerca de 76.000 afganos tras la retirada militar. Su solicitud de asilo, presentada en 2024, recibió aprobación en abril de 2025 bajo el gobierno de Trump, tras una revisión de la CIA. Anteriormente, colaboró con fuerzas estadounidenses en Kandahar desde 2012 como guardia de seguridad en la unidad paramilitar Zero Units, respaldada por la agencia, donde ascendió a líder de equipo y especialista en GPS. Su hermano ocupaba un puesto similar de liderazgo en la unidad, que proporcionó seguridad en el Aeropuerto Internacional de Kabul durante la evacuación de 2021. Un primo en la provincia afgana de Khost confirmó estos detalles a la Associated Press bajo anonimato.
Vivía con su esposa y cinco hijos en Washington, según su ex arrendadora Kristina Widman.
Los cargos incluyen además tres por posesión de arma de fuego en crimen violento y dos por agresión con intención de matar armada. La fiscal Pirro indicó que es prematuro determinar el motivo, aunque el FBI analiza dispositivos electrónicos incautados en su domicilio y posibles vínculos en Afganistán o Estados Unidos. El director de la CIA, John Ratcliffe, verificó la colaboración pasada de Lakanwal, que cesó tras la evacuación.
Los afectados formaban parte de un despliegue de 2.188 efectivos de la Guardia Nacional en Washington, ordenado por Trump en agosto para combatir el crimen y asumir control del departamento de policía local. A inicios de noviembre, contaban con 949 miembros en la capital, procedentes también de Luisiana, Misisipi, Ohio, Carolina del Sur, Georgia y Alabama. Una jueza federal dispuso el fin del despliegue la semana previa, pero suspendió la orden por 21 días para facilitar la retirada o apelación. Tras el tiroteo, Trump anunció el envío de 500 guardias adicionales, sin detallar su procedencia, y calificó el acto como ataque terrorista atribuible a fallas en la verificación de refugiados afganos bajo Biden. Propuso suspender permanentemente la inmigración de países del Tercer Mundo y respaldó la pena de muerte, que la fiscal general Pam Bondi celebró en redes sociales como “de regreso”.
La investigación prosigue, con potencial para cargos adicionales, incluyendo terrorismo federal. Imágenes del sospechoso, vestido con abrigo negro y empuñando el arma, circularon en redes el 28 de noviembre.
