En Guerrero, Chilpancingo, se encontraron siete cuerpos desmembrados repartidos por la céntrica plaza de San Mateo, a escasos metros del Palacio Nacional.
Allí los encontró la policía, cinco de las cabezas colocadas sobre el capó de un vehículo con cartulinas que apelaban a la alcaldesa, Norma Otilia Hernández, y al síndico procurador Andrei Marmolejo Valle.
Los cadáveres encontrados son de cinco hombres y dos mujeres. Se identificaron cuatro de los cuerpos como pertenecientes a los miembros de una familia que desapareció el 10 de junio entre los poblados de Palo Blanco y Petaquillas, en la carretera con dirección a Acapulco.
Algunos de los organizadores de este crimen, a través de las redes sociales difundieron un vídeo donde las personas se encontraban con las manos amarradas a la espalda y golpeadas.
El mensaje de la cartulina decía: “Saludos Presidenta. Sigo esperando el segundo desayuno que me prometiste después que viniste a buscarme” o “síndico Andrey Marmolejo, sigue amenazando a la gente con las licencias comerciales…”.