Restauranteros en el Centro Histórico de la Ciudad de México enfrentan dificultades debido a la escasez de hielo, mientras lidian con las altas temperaturas que han prevalecido en la región. Aunque el suministro de agua se ha mantenido estable hasta ahora, la falta de hielo se ha convertido en un problema para muchos negocios del área.
María Elena Camacho, restaurantera en la calle de Motolinia, señala que la ausencia de hielo está afectando las operaciones diarias de los pequeños restaurantes, que dependen del agua corriente y no cuentan con cisternas. A pesar de que el agua sigue llegando sin problemas, la escasez de hielo dificulta la conservación de alimentos en medio de las altas temperaturas.
Ante esta situación, algunos establecimientos han optado por producir su propio hielo en congeladores adaptados para uso comercial. Esta medida, aunque efectiva, representa un desafío adicional para los restauranteros, quienes deben adaptarse para garantizar la calidad y frescura de sus productos.
Por otro lado, en alcaldías como Iztapalapa, la escasez de agua afecta especialmente al comercio y la industria, generando preocupaciones adicionales sobre la disponibilidad de servicios sanitarios para los colaboradores. Rubí Sánchez, presidenta de la Asociación de Empresarios de Iztapalapa, destaca que esta problemática se presenta con variaciones en diferentes zonas y horarios.
Ante la perspectiva de un aumento continuo en las temperaturas, los restauranteros están considerando diversas medidas para mitigar el impacto de la escasez de hielo y el calor en sus negocios. Estas incluyen la adquisición de equipos de refrigeración adicionales y ajustes en los procesos de conservación de alimentos.
La escasez de hielo y la preocupación por la disponibilidad de agua representan desafíos significativos para los restauranteros y empresarios en la región, quienes buscan adaptarse y encontrar soluciones efectivas para mantener sus operaciones en funcionamiento en medio de las condiciones climáticas adversas.
