¡Este es el camino!

¡Este es el camino!

Por: Salvador García Alejandro

El fracaso de Kathleen Kennedy está completo. 

Millones de fans de Star Wars en el mundo están más que molestos por la dirección o falta de ésta en la trilogía de secuelas de Disney; las cuales resultaron ser un desastre para el fandom, que rápidamente detectó que aquello no tenía ni pies ni cabeza. Y que solo trataban de vender un producto más. 

La trilogía El despertar de la fuerza (J.J Abrams, 2015); Los últimos Jedi (Rian Johnson,2017) y El ascenso de Skywalker (J.J Abrams, 2019); no sólo no gustaron a uno de los fandoms más grandes del mundo; sino que para los estándares de la franquicia también obtuvo malas cifras de recaudación a nivel mundial. Todo esto como consecuencia directa de quien estaba encargada de llevar las riendas de LucasFilms, Kathleen Kennedy, quien posteriormente confesó abiertamente que ella no era una fan de la saga, y que solo veía a esta trilogía como un trabajo más por hacer. 

Sin una dirección muy clara El despertar de la Fuerza comenzó con “el pie derecho”, al ser casi una calca del Episodio VI: Una nueva esperanza. El director, J.J. Abrams, había mostrado cierto talento para retomar una historia canónica y readaptarla a los ritmos narrativos contemporáneos (Star Trek, 2009), fiel a su estilo planteó varias preguntas interesantes, que se resolverían en los siguientes dos episodios, haciendo que la vieja guardia y la nueva camada de fans se interesara un poco por los nuevos personajes: Rey, Finn, Poe Dameron y Kylo Ren. 

A su vez, Rian Johnson, director de la segunda entrega, tuvo libertad creativa por parte de Kennedy, quien insistía que los personajes de la saga clásica solo fueran un soporte para los nuevos personajes, mismos que eran incongruentes e insípidos. Así comenzó a escribir el Episodio VIII, sin saber de qué iba el proyecto de J.J Abrams. El resultado no se hizo esperar.  Hasta la fecha su cinta Los últimos Jedi, es la que menos ha gustado de esta nueva trilogía de Disney, la más polémica y la más odiada de toda la saga. La mayoría la detesta por la manera en que no solo contradice todo lo planteado en el episodio anterior; sino con todo lo planteado a lo largo de 7 películas. 

La manera en que retrató al Maestro Jedi, Luke Skywalker, fue realmente infame. Al presentarlo como un viejo decrépito, frustrado, amargado, cobarde y traidor. Parecía que la orden de “aniquilar a los héroes del pasado” tan propios del posmodernismo y de Kennedy, habían sido tomados literalmente, por un director que ha confesado plenamente que le cuesta mucho escribir y después dirigir una historia. La verdad es que le quedó muy grande la encomienda. A pesar de demostrar ser un buen director, (Knives Out, 2019). Pero simplemente no entendía nada de los valores y los preceptos clave que han hecho de Star Wars lo que es para millones de personas en el mundo: un producto de culto y veneración, similar a una Religión. 

Para la tercera entrega estaba pensando el director Colin Trevorrow; pero por diferencias creativas irreconciliables con Kennedy, abandonó el barco, saliendo al quite una vez más J.J Abrahms, a pesar que éste tras El despertar de la Fuerza juró y perjuró que no regresaría jamás a la franquicia. Pero el tamaño del cheque que le ofrecieron por su regreso, fue más que convincente. El resultado: una película remendada, que trataba de sacar a flote el bote que Johnson había hundido. Los fans, la crítica y la taquilla los castigaron. Y fue la que menos recaudó de las tres películas. Con un Fandom realmente decepcionado -e incluso molesto- con el rumbo que la casa del ratón y Kennedy habían tomado para Star Wars. El futuro era realmente incierto. 

The Mandalorian: una nueva esperanza

Bajo esta atmósfera de incertidumbre, en diciembre de 2019 apareció la primera serie de Star Wars live action en toda su historia. Proyecto creado por el director y actor Jon Favreau y el padawan más cercano a George Lucas, Dave Filoni, creador de las series animadas The Clone Wars (2008) y Star Wars Rebels (2014). Ambos amantes y verdaderos fans de la esencia de Star Wars, sorprendieron al mundo con una historia que no solo se apega mucho más a la esencia del Star Wars original de los 70 y principios de los 80, del propio Lucas, sino que incorpora tecnología de punta para su realización, un grupo de directores, escritores, productores y actores comprometidos por redimir a la franquicia. ¡El resultado es simplemente espectacular! 

La combinación de estilos narrativos, guiones bien escritos y una idea general muy clara de para dónde va el proyecto, han hecho que con su Segunda Temporada, The Mandalorian (2020), sea ya considerada una de las favoritas del Fandom, desde la aparición de Rouge One (2016). 

Favreau ha declarado que para él, como showrunner, lo más importante es ponerse en el lugar de los fans, y contar una historia que sea fiel al Universo creado por George Lucas. En esta segunda temporada, además de seguir las aventuras de Djin Djarin (El Mandaloriano) y el pequeño Grogu (Bebé Yoda), personaje que ya está entre los más famosos y queridos de la franquicia al lado de Darth Vader; vemos la incorporación al live action, al personaje creado por Filoni para Clone Wars, la expadawan de Anakin SkyWalker: Ahsoka Tano. Así como el regreso del mítico cazarrecompensas, Boba Fett y el legendario y poderoso Maestro Jedi: Luke Skywalker, que a diferencia de la trilogía de Disney, aquí su dignidad y estatus de héroe intergaláctico se le restituye de una manera por demás épica. (No se hagan que todos los fans de hueso colorado lloramos con esa escena de Luke, por la que esperamos casi 40 años). 

El respeto a los fans: la clave del éxito

Uno podría ponerse a ver todos los aspectos positivos que The Mandalorian tiene. Las estructuras narrativas frescas e interesantes, mismas que cada director aporta al concepto general del show, dependiendo el episodio que le toca dirigir. El apego tanto al Western, como a las películas de Samuráis de Akira Korosawua, que inspiraron al mismo Lucas en su niñez y juventud. Una serie de nuevas tecnologías como el Stagecraft (una pantalla de croma de alta resolución que pone a los actores en el centro, dando una sensación de mayor profundidad y realismo) que ponen de nuevo a LucasFilms a la cabeza de la vanguardia de la industria en el rubro de Efectos Especiales. Un reparto increíblemente bueno, encabezados por Pedro Pascal, de quien algunos fans dicen es capaz de transmitir emociones muy convincentes, aún con el casco puesto. La visión clara y nítida tanto de Favreau como de Filoni, que saben perfectamente qué cuerdas hay que tocar para emocionar hasta el fan más despistado. Las cientos de referencias al canon de Star Wars: las 6 películas (sin contar obvio las secuelas de Disney), las series animadas, los cómics, videojuegos y libros en torno al Universo Expandido. 

Pero más allá de todas estas virtudes. El principal y mayor logro de la serie es el enorme respeto que muestra por el Fandom, que está incluso dispuesto a suscribirse a la nueva plataforma Disney +, con tal de no perderse uno solo de los episodios del show, conforme se van estrenando. Porque hasta en esto se han visto muy astutos, en vez de liberar los 8 episodios de toda la temporada de una sola vez; van sacando de uno en uno, cada jueves en la madrugada: lo que les permite a los espectadores posmodernos, experimentar un poco el rush que significaba tener que esperar una semana entera por un nuevo episodio de tu serie favorita. ¡Todo es mística en el Mandalorian! 

Las Guerras Intestinas en LucasFilms

A pesar del enorme éxito de la serie, en LucasFilms no todo es miel sobre hojuelas. Dentro de Lucas Films hay toda una disputa por el liderazgo y el rumbo que debería tomar la franquicia. Está muy claro que actualmente hay dos bandos muy marcados. Uno encabezado por Jon Fravreau y Dave Filoni, a quienes los fans del mundo entero les estamos eternamente agradecidos por esta épica redención de nuestra franquicia intergaláctica favorita. Y el que encabeza Kathleen Kennedy y un grupo de creativos enfocados en un proyecto conocido como la Alta República, que supuestamente se lleva a cabo miles de años antes de la saga Skywalker; y la que francamente a nadie le interesa, salvo a ella y a los cientos de empleados de la compañía que se encuentran desarrollándolo; y que de no prosperar perderían su cargo o empleo en la empresa. 

Los fans más aguerridos quieren a toda costa la cabeza de Kennedy, e incluso se habla – en una media sin precedentes- descanonizar la Trilogía entera de Disney. ¿A dónde irá a parar esta guerra? En los años por venir tendremos el desenlace climático de dicha guerra. ¡Soy aliado de la Fuerza; y la Fuerza un poderoso aliado es!

El futuro se vislumbra aún incierto 

Si bien es cierto que The Mandalorian vino a refrescar y redimir a una franquicia que las malas decisiones de su directora corporativa parecían haber enterrado en el desierto de Tattoine y ser devorada por el Sarlacc. Aún no sabemos qué futuro le depara a Star Wars. Se han anunciado un número considerable de series, que espero en la Fuerza, apuesten por tener el estándar de calidad que El Mando ha dejado como precedente. 

Que se apueste por la calidad y no por la cantidad. Que se tomen en cuenta los gustos del Fandom y no se antepongan nunca más a las ambiciones comerciales. Porque está claro, que cuando un producto les gusta a los fans (Baby Yoda), estos lo consumen y lo recomiendan con gusto. Al contrario, de cuando se anteponen los intereses comerciales, por encima de la fanaticada. 

La tercera temporada de The Mandalorian se estrena en algún momento de 2022, por ahora está confirmada el spin- off, The Book Of Boba Fett, para Diciembre de este año.  

Espero que en los años por venir, sean geniales y todos los fans verdaderos, viejos y nuevos, sintamos que no hay mejor época para ser un fan entusiasta de Star Wars que ésta.  

¡HE HABLADO!

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