Científicos de la Universidad de Osaka, liderados por el biólogo Makoto Tachibana, publicaron un estudio en la revista Nature que documenta un hallazgo: la deficiencia de hierro en ratonas preñadas alteró la determinación del sexo de sus crías. En el experimento, seis de 39 embriones genéticamente machos (XY) desarrollaron ovarios, resultando en una reversión sexual completa, mientras que otro presentó un ovario y un testículo. Los investigadores redujeron la concentración de hierro un 60% a nivel celular, lo que desactivó el gen Sry, responsable de la formación de testículos.
El estudio revela que un factor ambiental, como la falta de hierro, puede influir en la determinación del sexo en mamíferos, un proceso que se consideraba determinado solo por la genética. En mamíferos, el sexo se define al momento de la fecundación: los embriones XY suelen desarrollar testículos, mientras que los XX forman ovarios. Sin embargo, la investigación demostró que niveles bajos de hierro afectan la enzima KDM3A, que regula el gen Sry, llevando a la formación de ovarios en embriones machos. Los ratones con esta reversión vivieron hasta ocho semanas, aunque no se estudió su capacidad reproductiva.
Aunque el experimento se realizó en ratones, los científicos plantean que este fenómeno podría ocurrir en humanos en casos de desnutrición extrema, sin evidencia confirmada hasta ahora. La falta de hierro, que puede causar anemia, es un factor de riesgo para la salud de la madre y el feto.