Durante un concierto de Katy Perry en Detroit, parte de su Lifetimes Tour, una joven fan identificada como McKenna se descompensó tras ser invitada al escenario durante la interpretación de “The One That Got Away”.
El evento tuvo lugar en el Little Caesars Arena, ante aproximadamente 13 000 asistentes. McKenna cayó al suelo pocos segundos antes de que comenzara la canción. La cantante reaccionó de inmediato, arrodillándose junto a ella hasta la llegada del personal médico. El público coreó su nombre mientras era atendida y posteriormente retirada del escenario.
Luego del incidente, Perry dirigió una oración colectiva por McKenna junto a los otros tres fans en escena: “Querido Dios, rezamos por McKenna, para que regrese plenamente y más brillante y fuerte que nunca. Amén”, según reportes. Continuó el show con la canción y despidió a los fans restantes con un abrazo grupal.
Más adelante, Perry informó al público que McKenna estaba bien durante la interpretación de “Roar”, mientras se desplazaba sobre una mariposa mecánica: “McKenna está bien, por cierto”, lo cual fue confirmado por el equipo de producción.
