La FIFA anunció la implementación de pausas obligatorias para los jugadores con el objetivo de regular su carga de trabajo y prevenir afectaciones por acumulación de partidos. La medida forma parte de una serie de reformas dirigidas a proteger la salud de los futbolistas y será aplicada a nivel internacional en todas las competiciones oficiales.
Los detalles específicos sobre la duración y frecuencia de los descansos serán definidos en coordinación con clubes, federaciones y organismos relacionados.
La expansión del Mundial de Clubes a 32 equipos, realizado en Estados Unidos durante el receso de las ligas europeas, generó cuestionamientos por parte de jugadores y sindicatos, quienes señalaron que el torneo fue organizado sin consulta previa y con una carga física y emocional elevada.
En junio de 2024, varios sindicatos presentaron una demanda ante la Unión Europea contra la FIFA por presunto abuso de autoridad, solicitando garantías mínimas de descanso, en particular para los futbolistas menores de edad.
Las nuevas disposiciones comenzarán a aplicarse al inicio de la temporada 2025-2026, con ajustes progresivos en los calendarios nacionales e internacionales. Se informó que los sindicatos de jugadores podrán participar en futuras mesas de diálogo para abordar temas relacionados con el cuidado de los deportistas.
El acuerdo establece por primera vez el reconocimiento formal de la salud física y mental de los futbolistas como una prioridad. Aunque aún quedan pendientes aspectos como la renegociación de derechos televisivos y la reorganización de calendarios, el acuerdo sienta las bases para una reestructuración del fútbol profesional.