París fue escenario de una manifestación simbólica cuando un grupo de activistas cubrió de líquido rojo la Fuente de los Inocentes, en el centro histórico de la capital francesa. La acción fue realizada como un llamado urgente al presidente Emmanuel Macron y a la comunidad internacional para intervenir ante el conflicto armado en la Franja de Gaza.
La intervención, organizada por colectivos defensores de los derechos humanos, fue ejecutada en plena luz del día. Los manifestantes vertieron colorante rojo en la fuente para representar la sangre de las víctimas del conflicto, particularmente de los civiles afectados por los recientes bombardeos.
En un comunicado difundido posteriormente, los organizadores señalaron que el acto busca presionar a los gobiernos de Europa para que promuevan un cese al fuego inmediato y duradero. También exigieron el fin del suministro de armas a cualquiera de las partes involucradas en el conflicto.
Agentes de seguridad pública llegaron al lugar minutos después de iniciada la protesta. No se reportaron enfrentamientos, pero se inició una investigación sobre posibles daños al patrimonio público. La Fuente de los Inocentes es uno de los monumentos más antiguos de París, con origen en el siglo XVI.
La protesta se suma a una serie de movilizaciones recientes en otras capitales del mundo, donde ciudadanos exigen una intervención diplomática para frenar el conflicto en Medio Oriente. Mientras tanto, las autoridades francesas no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el incidente ni sobre el contenido de las demandas.