El arte no es únicamente para adultos que tengan el objetivo de crear o generar un ingreso económico, sino que es una forma de comunicación a través de la textura, la arcilla, la escena, la nota musical o al realizar un baile.
Y, como en todo lo que queremos debemos de aprender a entenderlo para luego aplicarlo.
No se trata de hacer que los niños memoricen el nombre, autor o inclusive años de sinfonías ya existentes, mucho menos que estén tocando un instrumento porque se les impone, sino más bien de poner al alcance los códigos para que los niños y adolescentes puedan sentir, experimentar, vaciarse o llenarse, generando ingenio y a desarrollar el pensamiento lateral.
Helen Gómez-Reino Effer es maestra del CEIP La Navata, en Galapagar (Madrid). Ella explica que la experimentación con herramientas artísticas es necesaria para completar, complementar y enriquecer el aprendizaje.
Y uno de los grandes problemas en las escuelas es que se sigue priorizando la memoria, el conocimiento y la repetición.
“Estamos convirtiendo a los niños y niñas en unos seres receptores, no en seres creadores. Viven el momento más rico y hambriento en cuanto a experiencias vitales y se les cortan las alas”, mencionó Helen Gómez.
Es por eso que sí tienes niños pequeños, te recomendamos que les permitas a tus hijos un acercamiento al arte.
Con información de El País.
