Ghislaine Maxwell, condenada por tráfico sexual y conocida por su vínculo con Jeffrey Epstein, ha condicionado su testimonio ante el Congreso de Estados Unidos a cambio de inmunidad o un indulto. La solicitud se produce tras una citación del Comité de Supervisión de la Cámara, en medio del renovado interés político y mediático por el caso.
Maxwell, que cumple una pena de 20 años en una prisión de Florida, exige que cualquier comparecencia se realice en Washington, fuera del centro penitenciario donde está recluida. Su defensa también pidió conocer previamente las preguntas y que la audiencia se celebre solo después de que la Corte Suprema decida sobre su recurso para anular la condena.
El equipo legal sostiene que Maxwell estaría dispuesta a cooperar plenamente si recibe algún tipo de clemencia. Argumentan que un acuerdo firmado por Epstein en 2007 garantizaba la no imputación de posibles cómplices, y que ese documento debería extenderse a su caso.
La defensa también mencionó contactos recientes entre Maxwell y el fiscal general adjunto Todd Blanche. Estas gestiones ocurren en un contexto de presión creciente, impulsada por sectores afines al expresidente Donald Trump, que exigen la desclasificación de los archivos vinculados a Epstein.