La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural publicó el 2 de diciembre de 2025 en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo que modifica el Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal para enfrentar la presencia del gusano barrenador del ganado, causado por la mosca Cochliomyia hominivorax. Esta medida amplía el alcance del plan a las ocho regiones zoosanitarias del país, con el fin de prevenir su diseminación desde el sur y centro hacia el norte, donde se ubican zonas ganaderas libres de la plaga.
El gusano barrenador, una larva que se alimenta de tejido vivo en heridas de mamíferos y aves, se detectó por primera vez en México el 21 de noviembre de 2024 en Chiapas, tras 33 años de ausencia. Su erradicación en 1991 se logró mediante un programa binacional con Estados Unidos, iniciado en 1972 con la Comisión México-Americana para la Erradicación del Gusano Barrenador del Ganado, que incluyó la producción de moscas estériles en una planta en Chiapas. El resurgimiento se atribuye a factores como el contrabando de ganado desde Centroamérica, el cambio climático que favorece su reproducción y la migración de animales silvestres.
Hasta noviembre de 2025, se registraron 941 casos activos en animales, equivalentes al 0.003% del hato nacional, concentrados en Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán. En humanos, se reportaron 85 infestaciones, con cinco fallecimientos en Chiapas y Yucatán, principalmente en personas vulnerables como adultos mayores con cáncer o en situación de calle. La plaga, de notificación obligatoria ante la Organización Mundial de Sanidad Animal, ha provocado cierres temporales de la frontera estadounidense a exportaciones de ganado mexicano en tres ocasiones desde julio de 2024, generando pérdidas estimadas en 11.4 millones de dólares diarios.
El acuerdo obliga a notificar al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria cualquier detección de larvas en animales susceptibles, que incluyen bovinos, ovinos, caprinos, porcinos y equinos. Para movilizaciones nacionales, se requiere el Certificado Zoosanitario de Movilización, respaldado por constancias de tratamiento con lactonas macrocíclicas tres a cinco días antes y baños con insecticidas larvicidas. Se prohíbe transportar animales con heridas abiertas o gusaneras, y se exime de tratamientos a cargamentos destinados a mataderos para evitar residuos en carne.
Las regiones zoosanitarias abarcan desde Baja California y Sonora en el norte hasta la Ciudad de México y Yucatán en el centro y sur. En zonas afectadas como la región 6 (Chiapas, Oaxaca, Tabasco y parte de Veracruz), los traslados a áreas libres exigen inspecciones adicionales y doble flejado de embarques. Para equinos, se restringen movimientos desde zonas infestadas salvo para matanza.
El gobierno ha invertido 2,122 millones de pesos en 2025 en vigilancia, tratamientos e inspecciones, en colaboración con el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal de Estados Unidos. Expertos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura destacan la necesidad de reforzar la liberación de moscas estériles y la educación a ganaderos. En redes sociales, productores de Jalisco y Yucatán comparten videos educativos sobre identificación de la mosca, mientras que en Chiapas se reportan curaciones gratuitas 24 horas.
La medida entra en vigor el 3 de diciembre de 2025 y se considera indefinida hasta erradicar la plaga, con multas de hasta 11.3 millones de pesos por incumplimiento. La Secretaría de Agricultura mantiene líneas de atención como el 800-751-2100 para reportes.
