La crisis política en Guinea-Bisáu se profundizó este 26 de noviembre de 2025, luego de que un grupo de oficiales militares anunciara que asumió el control total del país. El pronunciamiento se produjo tras una jornada marcada por reportes de disparos cerca de la Comisión Electoral y crecientes tensiones entorno al proceso de votación. La situación reabrió temores sobre la estabilidad institucional en un país que ha enfrentado múltiples interrupciones democráticas desde su independencia.
Los militares declararon suspendidas las instituciones del Estado, cerraron las fronteras terrestres y detuvieron a diversos funcionarios civiles, incluidos integrantes del gabinete gubernamental. El anuncio incluyó la creación de un órgano denominado “Alta Comandancia Militar para la Restauración del Orden”, encargado temporalmente de las operaciones gubernamentales. Testigos confirmaron la presencia de tropas en zonas estratégicas de la capital, mientras medios locales reportaron interrupciones en servicios públicos.
Organismos internacionales señalaron preocupación ante el deterioro del orden constitucional y advirtieron sobre posibles repercusiones en la región, particularmente en materia de seguridad y cooperación fronteriza. Representantes diplomáticos destacaron la necesidad de restablecer garantías democráticas y de permitir la observación internacional para futuros procesos electorales. Diversos gobiernos monitorean la situación en espera de señales sobre un eventual retorno al poder civil.
