Seis menores palestinos perdieron la vida y al menos 17 personas resultaron heridas tras el impacto de un misil israelí en un centro de distribución de agua ubicado en el campo de refugiados de Nuseirat, en la Franja de Gaza. El proyectil tenía como objetivo a un presunto integrante de la Yihad Islámica, pero cayó a varios metros del blanco previsto, según confirmó el Ejército israelí.
Las Fuerzas de Defensa de Israel calificaron el hecho como un “fallo de funcionamiento” y señalaron que el incidente está siendo revisado. El ataque se produjo en medio de una crisis hídrica en Gaza, donde gran parte de la población depende de centros comunitarios de agua debido al colapso de las instalaciones de saneamiento y desalinización.
De acuerdo con datos del Ministerio de Salud de Gaza, la cifra total de personas fallecidas desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás supera las 58 mil, incluyendo a un alto porcentaje de mujeres y menores de edad. Las condiciones humanitarias se agravan con cada día de combates.
Las negociaciones para un alto al fuego permanecen sin avances. Mientras tanto, miles de familias desplazadas continúan sin acceso a servicios básicos ni espacios seguros, en un territorio con infraestructura devastada por los ataques.