Un hombre identificado como Andrea Russo falleció tras irrumpir en la pista del aeropuerto de Bérgamo, en Italia, y lanzarse directamente a una de las turbinas de un avión en movimiento. El hecho ocurrió cuando la aeronave, un Airbus A319 de la aerolínea Volotea, se preparaba para despegar rumbo a Asturias. De acuerdo con los primeros reportes, Russo habría burlado las medidas de seguridad ingresando por una puerta de emergencia, lo que ha provocado una revisión interna en los protocolos del aeropuerto.
El suceso tuvo lugar el pasado 8 de julio poco después de las 10:00 horas. Testigos relataron que el hombre condujo hasta una zona restringida a bordo de un Fiat 500, luego bajó y corrió en dirección a la aeronave. Grabaciones captadas desde distintos ángulos muestran que, tras un intento fallido por alcanzar el motor derecho, cambió de dirección y se arrojó directamente al motor izquierdo, lo que resultó en su muerte inmediata.
Las autoridades italianas mantienen abierta una investigación, considerando la posibilidad de que se trate de un suicidio. La aerolínea Volotea suspendió operaciones temporalmente mientras se llevaban a cabo labores forenses y peritajes. El incidente no dejó heridos entre los pasajeros o la tripulación, pero generó un impacto emocional significativo en los presentes, quienes fueron retirados del lugar sin mayor información en el momento de los hechos.
Este episodio ha provocado preocupación sobre la efectividad de los sistemas de vigilancia en instalaciones aeroportuarias, al evidenciar cómo una persona pudo vulnerar las zonas de seguridad y acceder sin restricción a un área de alto riesgo operativo. También ha generado una reflexión pública sobre el abordaje institucional de los problemas de salud mental y su visibilidad en espacios de tránsito internacional.
