ACIP DEL PANEL DE VACUNAS DE LOS CDC APRUEBA CAMBIOS EN LA RECOMENDACIÓN DE VACUNA CONTRA LA HEPATITIS B PARA RECIÉN NACIDOS

El Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aprobó modificaciones a la guía de vacunación contra la hepatitis B para recién nacidos durante su reunión de dos días en Atlanta, que concluyó el viernes 5 de diciembre de 2025. La decisión, con una votación de ocho a favor y tres en contra, elimina la recomendación universal de administrar la primera dosis dentro de las 24 horas posteriores al nacimiento para todos los bebés estables.

Bajo la nueva propuesta, la vacunación al nacer se mantiene obligatoria para infantes nacidos de madres con resultado positivo en la prueba de antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (HBsAg) o con estado desconocido. Para casos en que la madre presenta resultado negativo, se sugiere una decisión compartida entre padres y proveedores de salud, considerando factores como la presencia de miembros del hogar con infección crónica o contactos frecuentes con personas de regiones de alta prevalencia. Si se opta por no vacunar al nacer, la guía indica posponer la primera dosis hasta al menos los dos meses de edad.
El ACIP, que asesora al CDC en políticas de inmunización, presentó tres preguntas de votación relacionadas con la hepatitis B: la primera, aprobada por ocho votos a favor, establece el enfoque basado en decisiones individuales para madres HBsAg-negativas; la segunda, también aprobada, reafirma el uso de la vacuna y la inmunoglobulina contra hepatitis B para madres positivas o de estado desconocido; y la tercera, sobre pruebas de anticuerpos para evaluar inmunidad antes de dosis adicionales, recibió el mismo apoyo mayoritario. Estas recomendaciones requieren la aprobación final del director interino del CDC, Jim O’Neill, o del secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F.

Kennedy Jr., para integrarse al calendario oficial de vacunación.
La reunión, programada inicialmente para el jueves, se pospuso un día debido a desacuerdos sobre la redacción de las preguntas de votación, la tercera versión en 72 horas según algunos miembros. El vicechair del comité, Robert Malone, explicó que la demora de septiembre anterior se debió a insuficiencias en los datos presentados. Presentaciones incluyeron datos sobre prevalencia, transmisión y seguridad de la vacuna, con énfasis en que el riesgo de infección en recién nacidos de madres negativas es bajo, aunque expertos externos cuestionaron la interpretación de estudios citados.
Los miembros que votaron en contra —Joseph Hibbeln, Cody Meissner y Raymond Pollak— expresaron reservas sobre el impacto potencial. Hibbeln, psiquiatra y neurocientífico, señaló la posibilidad de infecciones no detectadas en entornos domésticos, donde el virus puede persistir en superficies hasta siete días.

Meissner, exmiembro del comité, argumentó que la decisión podría aumentar casos crónicos, dado que el 90% de infantes infectados desarrollan la forma persistente, con riesgos de cirrosis, insuficiencia hepática y cáncer de hígado.
El secretario Kennedy, quien en junio destituyó a los 17 miembros previos del ACIP y nombró un nuevo grupo, ha impulsado revisiones al calendario infantil desde su confirmación. En septiembre, el comité ajustó guías para vacunas contra el COVID-19 y sarampión.

Kennedy fundó Children’s Health Defense, organización que cuestiona políticas de vacunación, aunque durante su audiencia de confirmación en el Senado afirmó no alterar el calendario existente.
Desde su implementación en 1991, la vacunación universal contra hepatitis B ha reducido las infecciones pediátricas en un 99%, de cerca de 18.000 casos anuales a unos 2.200, según datos de los CDC. El virus, identificado en 1965 por Baruch Blumberg —ganador del Nobel—, se transmite por fluidos corporales, incluyendo perinatalmente, y afecta a unos 2,4 millones de personas en EE.UU., la mitad sin diagnóstico. La vacuna, autorizada en 1981, se administra en tres dosis: al nacer, al mes y a los seis meses.

Organizaciones como la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América mantienen su respaldo a la dosis al nacer para cerrar brechas en pruebas prenatales, donde hasta el 25% de embarazos no detectan infecciones maternas. El senador Bill Cassidy, republicano de Luisiana y hepatólogo, criticó la votación en redes sociales, estimando que ha evitado 20.000 casos crónicos en dos décadas. Jason Goldman, enlace del Colegio Americano de Médicos, describió el proceso como una desviación de normas científicas.

La decisión no altera coberturas de seguros inmediatamente, ya que la mayoría cubre vacunas recomendadas, incluyendo Medicaid. Sin embargo, expertos advierten que guías de decisión compartida suelen reducir tasas de inmunización. Modelos del Hepatitis B Foundation proyectan que posponer dos meses podría generar 238 infecciones adicionales en niños y 21,6 millones de dólares en costos sanitarios.

El ACIP también discutió el calendario general de vacunación infantil y adolescente, incluyendo posibles vínculos con alergias y condiciones autoinmunes, aunque sin votos concluyentes. La próxima reunión está programada para febrero de 2026.

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