Por:Alma Brizet Rangel Soto
Santiago Iñigo Soto
Montserrat Martínez es una estudiante de la licenciatura en turismo, normalmente
su carrera es práctica y poco teórica, por lo que para ella es más fácil aprobar ciertas
materias, ya que su habilidad en la redacción es, lo que ella llamó, muy básica. Sin
embargo; hay momentos donde ella siente nervios, ya que le ha pasado en más de
una ocasión que debe entregar reportes o ensayos escritos, es ahí donde ella
recurre a la famosa inteligencia artificial Chat GPT, pero… ¿qué implica esto para
ella?
En la era digital en la que vivimos, la inteligencia artificial ha transformado
fundamentalmente la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea. Se
han implementado avances rápidos y constantes en la tecnología, la inteligencia
artificial se ha convertido en una herramienta que está presente en todos lados,
incluida la educación superior. No obstante, mientras disfrutamos de los beneficios
de estos avances tecnológicos, surge la preocupación creciente en el ámbito
académico: ¿está la inteligencia artificial afectando negativamente las habilidades
de redacción de los alumnos universitarios?
Ana Torres, estudiante del cuarto cuatrimestre de la Licenciatura en Pedagogía, ha
mejorado la precisión de sus escritos en cuanto a gramática y ortografía; o al menos
eso es lo que dicen sus profesores, pero ella, al igual que Montserrat, atribuye estos
cambios positivos al uso de herramientas de inteligencia artificial; sin embargo, el
estilo de escritura se vuelve un poco robótico o muy sistemático, refiriéndonos al
hecho de que el estilo propio se pierde, al igual que el sentido de coherencia y
cohesión en los estudiantes.
Aquí nos adentraremos en cómo la automatización y la asistencia proporcionada
por la inteligencia artificial, han alterado la naturaleza misma de la escritura
académica y creativa, por lo que las implicaciones tanto para los educadores como
para los estudiantes tienden a ser negativas.
¿Cuál es el impacto de la IA en los estudiantes?
Ana menciona “definitivamente siento que a veces me falta esa chispa creativa que
tenía antes. Antes, solía experimentar más con las palabras y las estructuras de las
oraciones, pero ahora, tiendo a seguir las sugerencias de las herramientas sin
cuestionar demasiado”. Con lo que argumenta, podemos identificar el principal foco
rojo: la falta de humanismo y estilo en un texto; un elemento clave que le resultará
difícil replicar a una inteligencia artificial.
Aunque en los últimos años, la inteligencia artificial ha demostrado ser una
herramienta poderosa para asistir a los estudiantes en sus tareas académicas y
creativas, desde programas de corrección gramatical, hasta generadores
automáticos de contenido; estas tecnologías han proporcionado a los estudiantes
universitarios recursos invaluables para mejorar sus habilidades de escritura.
Nicholas Carr que es conocido por su trabajo sobre cómo la tecnología influye en
la cognición, menciona que esta aparente facilidad de acceso a la ayuda tecnológica
plantea preguntas críticas sobre la independencia intelectual y la originalidad de los
textos producidos por los alumnos. La facilidad con la que los estudiantes pueden
depender de algoritmos para revisar y mejorar sus escritos, ha llevado a una
creciente preocupación en el ámbito educativo.(¿Qué está haciendo Internet con
nuestras mentes superficiales -2010)
“Creo ampliamente que las inteligencias artificiales que generan textos son un arma
de doble filo. Por un lado, puede ayudarte a salir de un apuro o a darte información
más precisa, pero por otro, puede llevar a un joven a dar por sentada su capacidad
de lecto – escritura; lo que lo puede encaminar al conformismo o al autosabotaje en
un ámbito personal. Nosotros no queremos hacerles la vida difícil a los alumnos
pidiendo trabajos escritos, queremos que aprendan a ser analíticos, críticos,
coherentes y queremos sembrar en ellos la semilla de la curiosidad para cosechar
personas capaces” comentó Ricardo Díaz, profesor de nivel licenciatura y
preparatoria en la FES Cuautitlán.
De igual manera menciona que los alumnos de nivel licenciatura tienden a buscar
resguardado bajo estas aplicaciones y páginas, ya que han comentado para esta
investigación, que llegan a usar correctores automáticos, sintetizadores, páginas
para resumir o cambiar palabras e incluso paginas para pasar a texto un video. “Es
normal encontrar que los jóvenes se apoyen de estas herramientas”.
Según un estudio realizado en 2022 por la universidad de Arizona, en Estados
Unidos, expuso que el uso de estas herramientas creció durante la pandemia de
COVID-19, al igual que sitios de internet que se encontraban “escondidos” o que
apenas emergían en su forma beta.
Luis González, estudiante de ingeniería en sistemas computacionales, es un joven
que cuenta con una capacidad creativa de escritura, igualmente, según sus
profesores, pero él, menciona lo siguiente: “sí, he utilizado correctores automáticos
y generadores de contenido para revisar mis trabajos y asegurarme de que estén
bien escritos. Antes, definitivamente, me llevaba más tiempo revisar y corregir mis
escritos, pero ahora puedo hacerlo más rápido. Pero creo que a veces me apoyo
demasiado en estas herramientas y no me esfuerzo tanto como debería en mejorar
por mi cuenta”.
En general, podemos notar que la forma de escritura en los estudiantes mejora en
términos de gramática y estilo, pero; ¿cómo podemos identificar donde termina la
creatividad humana y donde empieza la exigencia tecnológica? Debemos de admitir
que sacrifican la originalidad de sus textos y sus trabajos podrán apreciarse más
“correctos”, pero a veces pierden esa chispa personal. ¿Estas herramientas nos
están ayudando o nos están perjudicando?
¿Esto nos vuelve dependientes?
Uno de los principales desafíos que enfrentan los estudiantes universitarios es la
tentación de depender demasiado de la inteligencia artificial para sus tareas de
escritura. La corrección automática de errores gramaticales y ortográficos, junto con la sugerencia de sinónimos y estructuras de oraciones, ha llevado a una disminución
en la necesidad de desarrollar habilidades de revisión y edición de forma manual.
Esto plantea interrogantes sobre la autenticidad del trabajo producido y su
capacidad para reflejar la verdadera habilidad del estudiante. Además, la excesiva
dependencia de la inteligencia artificial podría conducir a la pérdida de la creatividad
literaria y la expresión personal, aspectos fundamentales en la educación superior.
Los alumnos están a favor de que se utilicen este tipo de herramientas: “creo que
los profesores podrían ofrecer pautas claras sobre cuándo es apropiado utilizar
estas herramientas y cuándo es importante confiar en nuestras propias habilidades.
Una guía adecuada ayudaría a los estudiantes a encontrar un equilibrio entre la
tecnología y su expresión personal.” Comentó Sara Romero, profesora de
licenciatura en la FES Cuautitlán.
Algunos estudios indican que la dependencia de la tecnología, como el uso
frecuente de corrección automática y predictiva, podría afectar negativamente las
habilidades de escritura de algunos estudiantes universitarios. La comodidad de las
herramientas de autocorrección podría disminuir la prestación a la ortografía y la
gramática. Sin embargo, estos efectos pueden variar entre individuos y contextos
educativos.
Los profesores y su papel con las IA
Los profesores se encuentran en una encrucijada: por un lado, la tecnología ofrece
herramientas valiosas para mejorar la eficiencia y la precisión de la escritura; pero,
por otro lado, plantea desafíos éticos y pedagógicos significativos. Es crucial que
los profesores aborden la integración de la inteligencia artificial en el aula de manera
reflexiva, fomentando la autonomía y la originalidad en los estudiantes. Esto implica
educar a los alumnos sobre el uso adecuado de estas herramientas, promoviendo
un equilibrio entre la ayuda tecnológica y el desarrollo de habilidades de escritura independientes.
Hablemos de la profesora Marta Sánchez, pedagoga que enseñó Literatura en el
Colegio Universitario Ángeles, con respecto a la escritura de sus estudiantes
menciona los siguiente: “Sí, definitivamente he observado cambios. Por un lado, hay
una mejora en la corrección gramatical y ortográfica, pero por otro, noto que la
originalidad y la creatividad en la expresión escrita a veces se ven comprometidas”.
Es evidente que los estudiantes están recurriendo más a estas herramientas
automáticas, en lugar de tomarse el tiempo para revisar y reflexionar sobre sus
escritos, a menudo confían demasiado en las sugerencias automáticas, lo que
puede afectar la autenticidad de su voz escrita. Aunque la calidad puede mejorar y
casi puede pasar desapercibida, debemos de admitir que, tarde o temprano, esto
puede ser considerado un riesgo a futuro.
“Creo que es esencial educar a los estudiantes sobre la importancia de utilizar estas
herramientas como complemento, no como reemplazo de sus habilidades. También
podríamos diseñar tareas que fomenten la reflexión y la escritura independiente
para mantener viva la diversidad de voces en el aula” ,mencionó la profesora Marta
en la entrevista que se le realizó.
La opinión de la profesora Marta concuerda con la propia del Profesor Fernando
Velásquez, quien imparte la materia de Lectura y Redacción en el Colegio
Universitario Ángeles a alumnos de primer semestre, pues menciona “sí, he
observado ciertos cambios en la forma en que los estudiantes abordan la escritura.
Hay una mayor rapidez en la corrección de errores, pero también veo una pérdida
de profundidad en la revisión manual y una posible disminución en la originalidad
de sus trabajos”.
Añade también “a ver no digo que estas herramientas de inteligencia artificial sean
malas ya que resultan útiles para corregir aspectos técnicos, pero el principal
problema que noto, es que algunos estudiantes confían en ellas de manera
excesiva, descuidando aspectos más amplios de la escritura, como la organización
de ideas y la coherencia global. Puede haber una sensación de “corrección
automática” sin una reflexión profunda sobre la estructura del texto”.
Con todo lo anterior, hay que admitir que en ocasiones la escritura se vuelve más
homogénea. Los estudiantes a veces adoptan un tono más técnico y pierden ese
toque personal que caracteriza a una buena escritura. La tecnología puede influir
en el estilo individual y en la voz única de cada estudiante.
Pero como mencionan los docentes, los estudiantes deben comprender que estas
herramientas son complementarias y no sustitutos de sus habilidades de escritura.
Proporcionar pautas claras sobre cuándo y cómo utilizarlas, junto con actividades
que fomenten la reflexión y la creatividad, puede ayudar a equilibrar el uso de la
tecnología.
Esto concuerda con lo que Ana mencionó, ya que considera que ha perdido su
“chispa” debido al uso excesivo de las inteligencias artificiales, sustituyendo las
habilidades de escritura que poseía antes de abusar de estas para poder realizar
sus trabajos académicos y tareas.
“Es esencial enseñar a los estudiantes a utilizar la tecnología como aliada, no como
una solución rápida. Fomentar la escritura reflexiva, el análisis crítico y la expresión
personal debería seguir siendo el núcleo de nuestras clases, incluso con la
presencia de estas herramientas”, señala Fernando Velázquez.
“Sin duda ,como educadores, debemos fomentar la adopción responsable de la
tecnología. Sería beneficioso brindar pautas claras sobre cuándo es apropiado
utilizar estas herramientas y cuándo es crucial confiar en las propias habilidades de
escritura. Además, deberíamos diseñar actividades que promuevan la creatividad y
la originalidad” ,Marta Sánchez.
Puntos destacables
A medida que la inteligencia artificial continúa transformando la educación superior,
es esencial considerar cuidadosamente su impacto en las habilidades de redacción
de los estudiantes universitarios. Si bien estas tecnologías ofrecen beneficios
innegables, también plantean desafíos significativos para la independencia
intelectual y la creatividad literaria. Los educadores tienen la responsabilidad de guiar a los estudiantes en el uso adecuado de la inteligencia artificial, fomentando
la originalidad y el pensamiento crítico en el proceso de escritura.
En última instancia, el retroceso en las habilidades de redacción de los alumnos
universitarios no es inevitable si se aborda de manera efectiva el equilibrio entre la
tecnología y las habilidades humanas. Es esencial que los educadores, los
estudiantes y los desarrolladores tecnológicos trabajen juntos para garantizar que
la inteligencia artificial sea una herramienta que mejore, en lugar de obstaculizar, el
desarrollo de habilidades de escritura sólidas y creativas en la educación superior.
Investigaciones y Estadísticas
Para comprender mejor el impacto de la inteligencia artificial en las habilidades de
redacción de los estudiantes universitarios, es fundamental analizar investigaciones
y estadísticas relevantes. Un estudio realizado por la investigadora Sherry
Turkle(Alone Together Tecnology-2011) en el campo de la psicología y la tecnología,
ha abordado temas sobre cómo la tecnología afecta la comunicación y podría tener
perspectivas relevantes sobre la escritura también ha examinado esta relación
compleja entre la tecnología y las habilidades escritas, ofreciendo perspectivas
valiosas sobre el tema.
-Cambios en la Originalidad del Contenido:
Un estudio realizado por el Centro de Investigación Educativa Comparativa analizó
las diferencias en la originalidad del contenido en los ensayos escritos por
estudiantes universitarios. Los resultados mostraron que los estudiantes que
dependían en exceso de las herramientas de inteligencia artificial para la revisión
de textos tenían una disminución significativa en la originalidad de sus ensayos en
comparación con aquellos que realizaban revisiones manuales. Este hallazgo
sugiere que el uso excesivo de la inteligencia artificial podría estar afectando
negativamente la creatividad y la autenticidad en la escritura académica.
-Comparación de Calidad de Redacción.
Un análisis longitudinal realizado por la Asociación Educativa para la Tecnología y
la Investigación en Educación examinó las calificaciones de redacción de
estudiantes universitarios a lo largo de cinco años. Se observó una tendencia
descendente en la calidad de redacción de los estudiantes a medida que aumentaba
su dependencia de las herramientas de inteligencia artificial. Los estudiantes que
se apoyaban en estas tecnologías obtenían calificaciones significativamente más
bajas en aspectos como la estructura del ensayo, la coherencia y la claridad del
contenido.
-Percepciones de los Estudiantes:
Una encuesta nacional realizada por una organización educativa sin fines de lucro
analizó las percepciones de los estudiantes universitarios sobre el uso de
inteligencia artificial en la escritura académica. Más del 70% de los estudiantes
encuestados admitieron utilizar regularmente herramientas de corrección
automática y generación de contenido. Sin embargo, al profundizar, se descubrió
que el 45% de estos estudiantes consideraban que su confianza en sus habilidades
de escritura disminuía cuando dependían demasiado de la inteligencia artificial.
Estas investigaciones destacan la necesidad urgente de abordar el equilibrio entre
la ayuda tecnológica y el desarrollo autónomo de las habilidades de redacción en el
ámbito universitario. Los educadores y los estudiantes deben ser conscientes de
estos hallazgos para tomar decisiones informadas sobre el uso de la inteligencia
artificial en el proceso de escritura académica.
La Tendencia Emergente en el Uso Excesivo de Generadores como ChatGPT
por Estudiantes Universitarios
A medida que exploramos el impacto de la inteligencia artificial en las habilidades
de redacción universitaria, surge una tendencia preocupante: el uso excesivo de generadores de texto como ChatGPT por parte de los alumnos. La accesibilidad y
la capacidad de generar contenido instantáneo pueden haber llevado a una dependencia desmedida de estas herramientas, afectando la autenticidad y la
originalidad en la escritura académica.
Aunque estas tecnologías ofrecen correcciones rápidas y sugerencias valiosas, es
esencial recordar que la verdadera maestría en la escritura se encuentra en la
práctica reflexiva y la expresión individual. La dependencia excesiva de
generadores de texto podría conducir a un estandarización en los estilos de
escritura, limitando la diversidad y la riqueza de las voces individuales.
En este contexto, la responsabilidad recae tanto en los educadores como en los
estudiantes. La conciencia sobre cómo utilizar estas herramientas como
complemento, no como reemplazo, de las habilidades de escritura es crucial. Los
educadores pueden desempeñar un papel fundamental al proporcionar orientación
clara sobre el uso ético de la inteligencia artificial y al diseñar tareas que fomenten
la creatividad y la originalidad.
En última instancia, el desafío radica en encontrar un equilibrio entre aprovechar las
ventajas de la tecnología y preservar la esencia única de la escritura académica.
Mantener un enfoque equilibrado permitirá que la inteligencia artificial sea una aliada
en el desarrollo de habilidades de escritura, sin comprometer la autenticidad y la
diversidad que enriquecen el mundo académico.