Las autoridades francesas investigan a la marca Perrier, propiedad de Nestlé, por el presunto uso de sistemas de filtración no autorizados en la producción de agua mineral natural. El caso surgió tras una investigación de Le Monde y Radio France que señaló que, debido a la preocupación por la contaminación y a los efectos de la sequía prolongada, algunas empresas de agua mineral habrían recurrido a procesos como la microfiltración, contraviniendo la normativa europea que exige que este tipo de agua permanezca inalterada desde la fuente hasta el envasado.
El Senado francés concluyó que existió una estrategia de encubrimiento por parte del gobierno y de la compañía, y acusó a las autoridades de ocultar información sobre la calidad del agua y de modificar normas para permitir ciertos tratamientos. En audiencias públicas, ejecutivos de Nestlé reconocieron el uso de métodos no autorizados y señalaron que un informe técnico recomendó no renovar la certificación de “agua mineral natural” a la fuente histórica de Perrier en el sur de Francia.
Expertos como la hidróloga Emma Haziza relacionan la situación con el cambio climático, argumentando que la reducción del caudal y la conexión entre acuíferos superficiales y profundos están aumentando el riesgo de contaminación. Según Haziza, este problema podría extenderse a otros productores en los próximos años si se mantiene el modelo actual de explotación de recursos hídricos.
Perrier sostiene que bombea el agua a 130 metros de profundidad bajo capas de piedra caliza y que su pureza está garantizada. La empresa asegura que no hay una prohibición específica en la normativa europea sobre la microfiltración, aunque ya sustituyó su sistema de filtrado ultrafino por uno de 0,45 micras, aprobado por las autoridades. También afirma que detecta y corrige cualquier problema de calidad de manera inmediata.
Actualmente, la empresa mantiene la certificación de “agua mineral natural” para dos de sus cinco pozos y espera una resolución judicial antes de que termine el año. Mientras tanto, ha diversificado su portafolio con la marca Maison Perrier, compuesta por bebidas saborizadas y energéticas que no se comercializan bajo la denominación de agua mineral, lo que permite tratamientos de filtración más flexibles.