El ataque del 10 de marzo que afectó el acceso a X, antes conocido como Twitter, fue calificado por Elon Musk como un evento coordinado desde Ucrania. Sin embargo, el grupo de hackers The Dark Storm Team se adjudicó la ofensiva cibernética.
El ataque consistió en una serie de incursiones digitales de distinta duración, comenzando en la mañana y extendiéndose hasta la tarde del 10 de marzo. Según expertos consultados por Wired, la red social estuvo bajo un ataque DDoS, una táctica que genera tráfico masivo con el objetivo de saturar servidores y afectar su funcionamiento.
Este tipo de ataques, que ya se han registrado en otros países, emplean redes de computadoras denominadas botnets, las cuales generan tráfico desde múltiples ubicaciones para dificultar su rastreo.
The Dark Storm Team ha sido vinculado con incidentes previos en el Aeropuerto de Los Ángeles, el Ministerio de Defensa de Emiratos Árabes Unidos, el puerto de Haifa en Israel y sistemas de la OTAN. Sus principales objetivos han sido instituciones gubernamentales y empresas de tecnología.
En esta ocasión, el grupo afirmó que la acción contra X fue una protesta contra la guerra en Gaza. La empresa de ciberseguridad Check Point Software confirmó la reivindicación del ataque.
Pese a estos reportes, Elon Musk mantuvo su postura de que el origen del ataque estaba en Ucrania, sin presentar pruebas que respalden su declaración.