Se cuenta que Krampus era una bestia horrible y terrorífica que azotaba a la gente que se portaba mal.
Ya hemos escuchado una y otra vez la historia de Navidad donde hay un señor grande y gordito, con larga barba, de edad avanzada que vive en el Polo Norte junto a su esposa y sus duendes ayudantes que se encargan de crear y envolver regalos de navidad, para que en medio de la noche Santa vaya a la casa de todos los niños del mundo a dejarlos junto su fiel amigo un reno de nariz colorada, pero, ¿Haz escuchado la historia de Krampus?.
Se dice que “Krampus” era mitad cabra y mitad demonio, una bestia horrible que azotaba a la gente que era mala como castigo y luego se los llevaba al infierno. Este personaje no es precisamente muy agradable, pues su físico se conforma por cuernos, pelo oscuro, colmillos y una lengua gigante.
Es anti-Santa Claus, carga una cadena y unas campanillas, así como una serie de varas de abedul para azotar a los niños malos, y después llevarse a los pequeños al inframundo.
La Iglesia católica prohibió durante años la terrorífica presencia de Krampus y las escandalosas celebraciones, y durante la Segunda Guerra Mundial, los fascistas veían a Krampus como algo vil, porque se consideraba una creación de los socialdemócratas.
Aunque no lo creas la historia de Krampus cada vez es más popular que incluso están poniendo de moda las famosas fiestas de Krampus.
