LA CINTA QUE ATERRORIZÓ A MUCHOS.

En el oscuro y perturbador mundo del cine de terror, el subgénero del “found footage” o metraje encontrado ha sido durante mucho tiempo un recurso favorito para sembrar el miedo en los corazones de los espectadores. Sin embargo, lo que alguna vez fue innovador y escalofriante, ahora se ha convertido en un cliché gastado y predecible. Una de las películas responsables de este declive es la infame “Actividad Paranormal”. Pero ¿Por qué?

Lanzada en 2007 en Estados Unidos y posteriormente en 2009 en México, esta película marcó un antes y un después en el género al utilizar magistralmente las características del metraje encontrado. La trama sigue a una pareja, Katie Featherston y Micah Sloat, quienes se ven envueltos en una serie de sucesos paranormales que escalan en intensidad hasta que se ven incapaces de escapar de la criatura que los acecha en la oscuridad.

Lo que realmente hizo que “Actividad Paranormal” destacara fue su enfoque en la simplicidad y la sugerencia. Sin exageradas ediciones ni efectos especiales elaborados, la película logró transmitir una sensación de autenticidad que llevó a muchos espectadores a creer que la historia era real. El antagonista, un ser invisible que acecha a la pareja, se mantuvo en las sombras, dejando a la imaginación del público la forma y naturaleza de este ente aterrador.

La mente maestra detrás de este proyecto fue Oren Peli, entonces un estudiante de cine que logró crear una obra que resonaría en la cultura popular de manera impactante. Sin embargo, el éxito de la película atrajo la atención de grandes productoras como Paramount Pictures, quienes adquirieron los derechos para expandir la historia en una saga que giraría en torno a “Tobi”, uno de los siete príncipes del infierno.

Así, “Actividad Paranormal” se convirtió no solo en un hito del cine de terror, sino también en un ejemplo de cómo una idea original puede ser explotada hasta el cansancio, dejando a su paso un rastro de películas que buscan emular su éxito, pero que solo logran diluir el impacto y la originalidad del género.

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