El Guernica es la pintura más conocida de Picasso, un grito contra la guerra donde el simbolismo es más complejos de lo que parece.
Le habían encargado que pintara una obra para el pabellón republicano español, pero no se decidía; un día recibió la visita del poeta español Juan Larrea, que le pidió que denunciara el bombardeo de Guernica.
Le habían encargado que pintara una obra para el pabellón republicano español, pero no se decidía.
Un día recibió la visita del poeta español
Juan Larrea, que le pidió que denunciara el bombardeo de Guernica y fue como una sacudida eléctrica.
Tras ver las fotos de la masacre en la prensa francesa, Picasso empezó a dibujar decenas de bocetos. Dora Maar retrató la proeza: en poco más de un mes, Picasso logró terminar el enorme cuadro.
Tras una amplia pesquisa en archivos en Francia y Estados Unidos, Eakin descubrió que el Guernica pasó prácticamente desapercibido cuando fue colgado en el pabellón español del gobierno republicano en la Exposición Universal de París en julio de 1937, en plena Guerra Civil.
