La Llorona es una figura mítica en el folclore de América Latina, conocida por su lamento desconsolado y su aparición en las noches. Aunque su historia varía según la región, la leyenda comparte algunos elementos comunes, como el llanto de una mujer que busca a sus hijos perdidos.
Según las versiones más conocidas, la Llorona fue una mujer que, tras cometer un acto trágico, pasó a ser condenada a vagar por la tierra en busca de sus hijos, quienes perdieron la vida a causa de su propia culpa o abandono. En algunas versiones de la historia, ella ahogó a sus hijos en un río, mientras que, en otras, los niños perecieron por negligencia o violencia. La figura de la Llorona es vista como un símbolo de arrepentimiento y castigo eterno.
En México, la leyenda tiene sus raíces en tiempos precolombinos, aunque la figura de la Llorona como se conoce hoy en día se popularizó durante la época colonial. En el contexto indígena, existen relatos de diosas que lamentan la muerte de sus hijos, lo que pudo haber influido en la creación de la leyenda. Con la llegada de los colonizadores españoles, la historia fue adaptándose y evolucionando con nuevos elementos.
A lo largo de los siglos, la leyenda de la Llorona ha sido transmitida oralmente, convirtiéndose en un relato común en diversas regiones de América Latina. Además, ha sido objeto de diversas interpretaciones en la literatura, el cine y otras formas de expresión cultural.
Hoy en día, la figura de la Llorona sigue siendo un ícono del misterio y el terror en muchas culturas, y su historia sigue vigente, tanto como una advertencia a las madres como un recordatorio de la importancia de la familia.