La Luna Nueva del Castor 2025, también conocida como Beaver Moon, se producirá el 5 de noviembre, cuando la Luna entre en su fase de nueva y se acerque a la Tierra, convirtiéndose en una superluna.
Durante esta fase, la Luna no será visible al situarse entre la Tierra y el Sol, pero su cercanía afectará las mareas y la luminosidad en los días posteriores. Los astrónomos señalan que este fenómeno lunar será uno de los más significativos del año debido a su proximidad y efecto gravitacional.
El nombre “Luna del Castor” tiene origen en las comunidades nativas de Norteamérica, que asignaban nombres a las lunas según los ciclos naturales y las actividades estacionales. En noviembre, los castores construían sus represas antes del invierno y los cazadores colocaban trampas para obtener sus pieles, esenciales para la temporada de frío.
Con el tiempo, este nombre se incorporó al calendario lunar moderno, asociándose con el cambio de estación, la preparación para el invierno y la reflexión al cierre del año.
Desde el punto de vista astronómico, la Luna Nueva del Castor destacará por su cercanía a la Tierra. Según el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, durante el perigeo la distancia entre la Luna y la Tierra será de aproximadamente 356 mil kilómetros, casi 30 mil kilómetros menos que el promedio. Esta proximidad hará que el creciente lunar posterior se perciba más brillante y grande, permitiendo observar su evolución desde la Luna Nueva hasta el cuarto creciente.
La noche del 5 de noviembre ofrecerá condiciones favorables para la observación del cielo, con constelaciones, planetas y lluvias de meteoros propias de la temporada, como las Táuridas del Norte.
