De acuerdo a una reciente excavación en las alcantarillas del monumento se hallaron restos de varios animales, grandes variedades de fruta, monedas e información clave sobre el sistema hidráulico de la época.
Desde ahí abajo, todo debía de parecer aún más impresionante. En la arena, a pocos metros, estaban esas enormes criaturas con dientes y garras afiladas. Nadie será capaz de describir lo que sintieron los pobres perros salchicha que desfilaron por el Coliseo.
Lo único que podemos saber es que ahí estuvieron, con sus características patitas que los hacen ver ante el ojo humano que se mueven lento y su alargado cuerpo,a un lado de majestuosos leones o leopardos.
“Hemos encontrado restos de canes de tamaño reducido, con extremidades muy cortas. Puede que fueran obligados a pelear entre ellos o con los predadores más grandes. O simplemente que pasearan juntos, para desatar la hilaridad general. Un bassotto [como se llama a esa raza en italiano] al lado de un oso o un avestruz produce cierta gracia todavía hoy”, menciona Federica Rinaldi, directora científica de las recientes excavaciones en las alcantarillas del anfiteatro más conocido del mundo.
En ese mismo lugar se han detectado residuos que también permiten conocer más sobre la dieta o los pasatiempos de los romanos durante los espectáculos. Y, en general, sobre el propio sistema hidráulico y su funcionamiento.
