El sábado 16 de octubre el hombre de 23 años de edad asesinó a su esposa, sus dos hijas, su madre y su padrastro en la colonia mirador de San Antonio del municipio de Juárez, Nuevo León.
Brandon, sin trabajo fijo y con el sueño de ser rapero, agredía con frecuencia a Carolina de forma física y verbal, sin embargo llegó su segunda hija.
La conducta violenta de Brandon escaló hasta el punto que Carolina comentó a una amiga que parecía que “se le metió el diablo”. Peo no era ninguna entidad maléfica, sino el uso de drogas el que incidía en la conducta del joven que se recluyó durante tres meses en una granja para tratar las adicciones.
Carolina y sus hijas pasaron el encierro en casa de sus padres. Había la esperanza que la separación fuera una de tantas y ahora sí rehicieran su vida en pareja alejados de la violencia, pero todo se convertiría pronto en una pesadilla.
El sábado 16 de octubre Mónica C., de 50 años y madre de Brandon, así como su pareja, Gaudencio V., fueron por Carolina y sus hijas para llevarlas a comer. Se encontrarían más tarde con el ahora multihomicida, Mónica solicitó al centro donde se encontraba recluido su salida anticipada.
La tarde noche del sábado, vecinos de la colonia Mirador de San Antonio reportaron a la policía gritos en la vivienda de la familia. Oficiales acudieron a la llamada, pero no ejercieron ninguna acción en contra de Bradon, él les dijo que “todo estaba bien”. De acuerdo a las investigaciones el joven asesinó con una arma blanca a su esposa, madre y padrastro. Encendió su bocina y subió todo el volumen para tener tiempo de ocultar los cadáveres.
La mañana del domingo algunos vecinos reportaron haberlo visto jugando con sus hijas en un parque. Otras versiones aseguran que pasó la noche rodeado de los cadáveres de toda su familia. Nadie en el barrio imaginaba la magnitud de la tragedia, incluso un testigo dice haberlo visto desorientado y con manchas de sangre en la ropa, lo abordó y le preguntó si estaba bien. “Voy a comprar barbacoa”, respondió.
Horas más tarde, Brandon confesó lo sucedido a un policía en un estacionamiento de una tienda Oxxo. Las autoridades acudieron al domicilio para constatar el horror, mientras el sujeto fue enviado a una prisión donde seguirá su proceso.
A Carolina y las niñas las despedirán este miércoles en las Capillas de Velación de la Federación Nacional de Sindicatos Independientes (FNSI) de Nuevo León.