El gobierno de México se prepara ante la posible deportación masiva de migrantes tras la inminente llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero. La estrategia contempla medidas para recibir a connacionales y apoyar su reintegración en el país, así como acciones de coordinación con otras naciones de la región.
Claudia Sheinbaum informó que el plan incluye habilitar espacios en la frontera y en otros puntos estratégicos para garantizar el acceso a programas sociales, empleo y apoyo logístico para el traslado a comunidades de origen. Además, se han activado planes consulares en Estados Unidos, que incluyen una línea telefónica de asistencia y un botón digital de emergencia para alertar sobre detenciones inminentes.
El canciller Juan Ramón de la Fuente destacó que los consulados y la embajada de México en Estados Unidos están ofreciendo asesoría legal y asistencia a los migrantes. El botón de emergencia, que envía alertas al consulado más cercano, familiares y la cancillería, ya está operativo desde principios de enero.
En cuanto a migrantes de otras nacionalidades, México ha iniciado conversaciones con países de Centroamérica para fortalecer la cooperación y desarrollar estrategias conjuntas. Una reunión virtual entre cancilleres, impulsada por la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, busca evitar una crisis migratoria a través del desarrollo y la coordinación regional.
México también estará atento a las primeras acciones del gobierno de Trump, quien ha anunciado redadas, restricciones de ingreso y mayores controles fronterizos.