México ha sido identificado como el cuarto país con mayores niveles de violencia a nivel global, según el último informe de la organización internacional Ubicación y Datos de Eventos de Conflictos Armados (Acled). El reporte abarca el periodo desde enero de 2018 hasta mediados de 2024, durante el cual se documentaron un total de 47,843 eventos de violencia política en territorio mexicano.
Este preocupante panorama se acompaña de un saldo de 54,000 fallecimientos relacionados con estos eventos, según los datos recopilados por Acled. Sandra Pellegrini, especialista de Acled para América Latina, destacó la gravedad de la situación, caracterizando a México como un país marcado por niveles extremos de violencia que se intensifican particularmente durante los periodos electorales.
La especialista subrayó además la presencia documentada de aproximadamente 100 grupos criminales operando en diversas regiones del país, lo cual contribuye significativamente a la inseguridad y al clima de violencia que prevalece en distintas zonas de México. Esta realidad no solo afecta a la seguridad pública, sino que también impacta negativamente en la vida cotidiana de millones de mexicanos, quienes enfrentan riesgos constantes asociados con la violencia política y el crimen organizado.
Ante este contexto alarmante, las autoridades y la sociedad civil han intensificado los llamados a fortalecer las políticas de seguridad y justicia, así como a implementar estrategias efectivas para combatir la impunidad y reducir la incidencia de conflictos violentos en el país.
