México enfrenta un retraso de más de dos años en el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944, que regula el suministro de agua del río Bravo hacia Estados Unidos. La falta de entrega ha generado preocupación en el sur de Texas, donde agricultores reportan afectaciones en cultivos como caña de azúcar y cítricos debido a la escasez del recurso.
De acuerdo con autoridades estadounidenses, el país debería entregar un promedio de 432 millones de metros cúbicos por año, pero el déficit acumulado supera esa cantidad. Este incumplimiento ha provocado tensiones diplomáticas y llamados de legisladores texanos para que Washington exija medidas inmediatas.
El gobierno mexicano argumenta que la sequía en el norte del país y la baja captación en presas han dificultado cumplir con los volúmenes establecidos, aunque se exploran soluciones bilaterales para evitar sanciones y conflictos mayores.
