La paloma ojiazul, considerada una de las aves en mayor riesgo a nivel mundial, fue redescubierta en 2015 en el Cerrado brasileño, tras más de siete décadas sin registros. Actualmente, se estima que solo sobreviven 11 ejemplares en estado silvestre.
Como parte de un programa internacional de conservación, nacieron recientemente tres polluelos en condiciones controladas. Este hecho representa el avance más significativo desde el inicio del proyecto, cuyo propósito es proteger y reproducir a la especie.
El objetivo de esta estrategia es establecer una población estable en cautiverio, que en el futuro permita reforzar a los pocos individuos que permanecen en libertad. Las acciones continuarán bajo protocolos establecidos por especialistas en conservación de aves.
