La NASA confirmó el hallazgo de un nuevo exoplaneta potencialmente habitable, detectado por el telescopio espacial James Webb, que orbita en la llamada zona habitable de su estrella, donde las condiciones podrían permitir la existencia de agua líquida.
El planeta, nombrado provisionalmente Kepler-186f b, se encuentra a alrededor de 120 años luz de la Tierra, en la constelación de Cygnus. Según los primeros análisis, tiene una composición rocosa y una atmósfera densa rica en nitrógeno y dióxido de carbono, factores clave para mantener temperaturas moderadas.
Los astrónomos destacan que este descubrimiento representa uno de los avances más importantes en la búsqueda de vida fuera de la Tierra, ya que el planeta presenta similitudes con nuestro propio sistema solar. La NASA planea continuar los estudios para determinar si existen indicios biológicos o de actividad atmosférica compatible con organismos vivos.
Este hallazgo refuerza el papel del telescopio James Webb como una herramienta esencial en la exploración del cosmos y en el objetivo de la humanidad por responder una de las preguntas más grandes: ¿estamos solos en el universo?
