México es considerado uno de los países más alegres y ricos en su cultura y tradición, pero en su mayoría esta apreciación se tiene fuera del país. La danza folclórica es percibida por los mexicanos como parte del espectáculo de fiestas patrias, pero ¿cuál debería ser la verdadera importancia hacia la danza folclórica de
la nación?
Cuando piensas en bailes regionales, seguramente te remontas a festivales escolares, show turístico o parte del repertorio de fiestas patrias. La mente empieza a crear una especie de soundtrack con canciones regionales como: Jarabe tapatío, Son de la negra, La bamba, La bruja (Veracruz) o La danza de los viejitos
(Michoacan).
La danza folclórica es mucho más que eso, es un vehículo inigualable para enriquecer la herencia en identidad y cultura, un lenguaje vivo que no puede ser olvidado. El folclor mexicano es el
conjunto de tradiciones, creencias y expresiones culturales que reflejan la identidad de un pueblo. Su fin
fundamental no es entretener, sino preservar la historia y fortalecer ladiversidad cultural.
México es considerado uno de los países más alegres y ricos en su cultura y tradición, pero en su mayoría esta apreciación se tiene fuera del país. La danza folclórica es percibida por los mexicanos como parte del espectáculo de fiestas patrias, pero ¿cuál debería ser la verdadera importancia hacia la danza folclórica de
la nación?
Cuando piensas en bailes regionales, seguramente te remontas a festivales escolares, show turístico o parte del repertorio de fiestas patrias. La mente empiezaa crear una especie de soundtrack con canciones regionales como: Jarabe tapatío,Son de la negra, La bamba, La bruja (Veracruz) o La danza de los viejitos
(Michoacan).
Mónica Ortiz Estrada NO SOLO SOY ESPECTÁCULO, SOY PARTE DE LA CULTURA Aunque hoy en día la danza folclórica se percibe como un espectáculo, su función real y su valor la convierten en una poderosa forma de comunicación, ¿qué es lo que vemos? y ¿qué es lo que realmente es?Para entender la danza hay que salir del teatro y entrar a la fiesta, a la calle, al pueblo. Milpa Alta, es una comunidad dentro de la Ciudad de México, donde la danza no es una clase de ballet, sino un acto de alegría con cultura.
Aquí, la población susurra elsecreto: la danza es “identidad, historia y comunidad”. No se trata deaprender pasos, sino de que la tradición se hereda, las fiestas se mantienen vivas con el baile y la conexión del cuerpo al hacerlo. En este ring cultural, el folclor es el motor del orgullo y el sentido de pertenencia. Es una manifestación comunitaria que jamás se pensaría como un simple show.
Si la danza es solo la punta del iceberg, ¿qué hay debajo? La directora Guadalupe Barrientos López, de la Universidad Veracruzana (UV), confirma en la página oficial de la Universidad Veracruzana, que la primera gran lección es: “la danza es una celebración de la vida y todo esfuerzo por mantenerla viva fortalece nuestro sentido de comunidad”.
El baile es un engrane que mueve la economía y la sociedad. Cuando la danza se presenta, arrastra consigo la historia, la música, las leyendas, la gastronomía y las costumbres de su región. Durante la exposición de “Presencia de Oaxaca” en Cuautitlán Izcalli: los bailes regionales se fusionaron con el barro negro, las artesanías y los stands de mezcal y mole. La danza es, en el fondo, una herramienta de política cultural y un agente de integración social, pues “involucra las familias enteras” en una verdadera labor social. La visión de la danza como “espectáculo” es una trampa. No solo ignora su función de transmisión generacional, sino que la vuelve aburrida, ya que reduce su papel de preservación histórica.
Según Salvador López López, director del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, en el periódico La Jornada, si la danza dejara de verse solo como “algo bonito” y se viera como estrategia, el país ganaría un montón, la cultura, cimentada por el trabajo de íconos como Amalia, es una “posibilidad inmensa y
El baile es un engrane que mueve la economía y la sociedad. Cuando la danza se presenta, arrastra consigo la historia, la música, las leyendas, la gastronomía y las costumbres de su región. Durante la exposición de “Presencia de Oaxaca” en Cuautitlán Izcalli: los bailes regionales se fusionaron con el barro negro, las artesanías y los stands de mezcal y mole. La danza es, en el fondo, una herramienta de política cultural y un agente de integración social, pues “involucra las familias enteras” en una verdadera labor social. La visión de la danza como “espectáculo” es una trampa. No solo ignora su función de transmisión generacional, sino que la vuelve aburrida, ya que reduce su papel de preservación histórica.
Según Salvador López López, director del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, en el periódico La Jornada, si la danza dejara de verse solo como “algo bonito” y se viera como estrategia, el país ganaría un montón, la cultura, cimentada por el trabajo de íconos como Amalia, es una “posibilidad inmensa y
El baile es un engrane que mueve la economía y la sociedad. Cuando la danza se presenta, arrastra consigo la historia, la música, las leyendas, la gastronomía y las costumbres de su región. Durante la exposición de “Presencia de Oaxaca” en Cuautitlán Izcalli: los bailes regionales se fusionaron con el barro negro, las artesanías y los stands de mezcal y mole. La danza es, en el fondo, una herramienta de política cultural y un agente de integración social, pues “involucra las familias enteras” en una verdadera labor social. La visión de la danza como “espectáculo” es una trampa. No solo ignora su función de transmisión generacional, sino que la vuelve aburrida, ya que reduce su papel de preservación histórica.
Según Salvador López López, director del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, en el periódico La Jornada, si la danza dejara de verse solo como “algo bonito” y se viera como estrategia, el país ganaría un montón, la cultura, cimentada por el trabajo de íconos como Amalia, es una “posibilidad inmensa y estratégica”
¡Tiene el potencial de ser un “generador de empleos, de identidad y de orgullo”! La propuesta es radical pero lógica: la danza “fuese obligatoria en escuelas primarias y secundarias” para asegurar el legado.
Pero para muchos expertos el éxito global de Amalia Hernández tiene un lado oscuro. Erika Yazmin Arias, directora de Mextizarte y licenciada en danza folclórica mexicana, critica que este enfoque institucional se
volvió “clasista y coon falta de técnica, esmas estético”. La crítica es contundente: sacrificar la técnica y la conexión profunda por la estética superficial alimenta la desconexión en México. Erika comenta que mientras en el extranjero “valoran mucho la cultura, lo aprecian desde la música hasta los vestuarios”, aquí la gente sigue con el bostezo: “ah, ay va otra vez el jarabe tapatio”.
Un show sin el alma del bailarín se vuelve vacío, un simple acto académico. Por eso, grupos como Mextizarte tienen que salir del país con la misión de “viajar por el mundo y compartir mi cultura, mi identidad, mis tradiciones” a donde realmente laaprecian.Esa desconexión en México tiene una solución clara según Erika Arias, quien apunta a un modelo visto en otros países: “Por ejemplo, en Colombia
implementaron que en cada lunes se presenta una actividad académica de danza” (ya sea contemporánea, pero con un fuerte enfoque en el folclor de cualquier país). Esto es lo que, según expertos, se debería implementar de manera obligatoria en México desde educación básica. Erika, menciona que la realidad actual es que los maestros prefieren cambiar la danza folclórica por “bailes más actuales obailes con un remix de pop de los 80s opop de los 90s” , reservando el folclor solo
para las fiestas patrias, cuando no deberíaser así. Esto es lo que está matando la tradición desde la base.
Danzariega, en La Jornada comparte que la danza también se puede volver rebelde y transformarse en un manifiesto político. La crítica periodística ya había advertido el peligro de la “oficialización de la danza
tradicional” , ese baile repetitivo que crea una “planicie” y no representa lo que el país “es”
En la actualidad, bailarines exigen un cambio de guion: el arte tiene que “tratar problemas del México actual” y “mirar nuestro entorno, lo que ocurre hoy día. ¡La danza folclórica tiene la capacidad de comunicar mensajes sobre la realidad contemporánea, no solo sobre la Revolución!” , menciona
Danzariega en El Economista. El grupo Danzariega es el clímax dentro de la historia de la danza folclórica
mexicana actual. Ellos no solo bailan tradiciones, hacen declaraciones públicas sobre temas sensibles. Para Danzariega, el “espectáculo” se convierte en activismo puro. Su performance se vuelve un performance político que exige acciones firmes endefensa de los derechos humanos yque se solidariza con causas globales, gritando. Esto es la prueba de que el folclor construye una identidadsolidaria y activista.
La coreógrafa Erika Arias lo sentencia: elmontaje escénico debe “transmitir más allá de movimientos corporales” e incluir “una historia, una problemática social” . El folclor, al final, es la voz más
auténtica de un pueblo.
La percepción que se tiene de la danza folclórica trasciende más allá de un espectáculo, y la sitúa en algo más profundo, tal como lo establece el reportaje de investigación de La Salle – Danza folklórica mexicana: un patrimonio vivo que resignifica nuestro. El texto sostiene que el folclor no debe ser visto como una reliquia, sino como un legado cultural en constante movimiento que se adapta a cada época para mantener su relevancia social. Es esta capacidad de la danza la que le permite seguir siendo un espejo
crítico de la sociedad. No es que solo se quiera mantener la idea de una pieza de museo, la danza
es un patrimonio activo, lo que implica que la tradición se hereda y se practica con el corazón en la comunidad. Su valor es de función de transmisión generacional y de fortalecer la diversidad cultural. Es este proceso continuo de herencia lo que lo convierte en un motor de identidad, historia y comunidad.
Por otro lado, el artículo de Danzariega en El Economista, menciona que la danza tiene la capacidad de comunicar mensajes más allá de lo meramente estético, permitiendo que el arte trate problemas del México actual y se mire parte de nuestra cruda realidad. El cuerpo del bailarín se convierte en una
herramienta para la crítica social y reflexión, tomando la historia y dándole siendo relevante para las nuevas generaciones. Expertos como la licenciada Erika Arias, exigen un cambio radical desde la
educación básica y la política cultural, obligando a las instituciones a dejar la planicie estética y a promover la danza.
Con base al repotaje de La Salle, es necesario reconocer primero, que la danza no es solo una representación estética, sino un vehículo de memoria a donde cada uno pertenece. Cada paso contiene un origen, cada vestuario es una geografía hecha tela, y cada coreografía reproduce una historia que pasó de voz en voz antes de llegar al escenario. La danza folclórica no solo nace para impresionar
visualmente, sino para afirmar quiénes son, de dónde vienen y qué valores sustentan la manera de estar en el mundo. La recuperación de este sentido exige políticas culturales que vayan más allá de
festivales anuales. Implica integrar la danza como parte de la formación emocional y social de niños y jóvenes, no solo como entretenimiento, pues en la medida en que la danza se estudia junto con su contexto como. la lengua, la música, el rito, la historia, la tierra y la comunidad que la originó; el aprendizaje se vuelve significativo. Así, bailar deja de ser ejecutar pasos y se convierte en pertenecer.
El testimonio de Erika Arias apunta, a que la apatía nacional hacia la danza folclórica no es, en esencia, falta de gusto, sino una falla en la forma en que el estado, la educación y los medios promueven su valor real. La percepción distorsionada es el resultado de una política cultural que ha priorizado el espectáculo turístico sobre la labor social y formativa que la danza encarna.
La propuesta de hacer la danza obligatoria en las escuelas primarias y secundarias, sugerida por el director del Ballet Folklórico de México, Salvador López López en El Economista, deja de ser una idea radical para convertirse en la única vía que asegura el interés generacional y la sanación del vínculo cultural.
La danza es, ante todo, una poderosa herramienta de integración social. Su práctica involucra a “familias enteras” en una verdadera “labor social” , menciona Guadalupe Barrientos López, Universidad Veracruzana. Al reducir el folclor a un evento meramente turístico o un show de celebración patria, se ignora su función principal como lo menciona el tik tok, Dia Internacional de la Danza: ser el motor del “orgullo y el sentido de pertenencia” en las comunidades, tal como se vive en Milpa Alta.
Danzariega en La Jornada, comenta que para que el folclor trascienda la percepción
de espectáculo, es imperativo que las instituciones dejen de lado la visión de una
planicie. Deben adoptar, sin reservas, la perspectiva académica del patrimonio vivo.
El valor del folclor inicia en su función de transmisión generacional y de preservación
histórica como dicta el reportaje académico de La Salle.
El artículo de La Expresión Cultural que Resuena en los Pueblos y Culturas de Todoel Mundo – Museo Espacio, menciona que el poder de esta identidad activada seextiende más allá del aula o el escenario nacional. Un beneficio profundo, y a menudo subestimado de la práctica dancística, es su impacto directo en la salud comunitaria y el bienestar individual. Desde una perspectiva física, el ejercicio constante del folclor mejora la coordinación, la flexibilidad y la resistencia, elementos fundamentales para un estilo de vida saludable. A nivel cognitivo y emocional, bailar estimula la memoria, la concentración y la creatividad, al mismo tiempo que brinda una poderosa sensación de liberación y bienestar emociona,
recalca el artículo La Expresión Cultural que Resuena en los Pueblos y Culturas de Todo el Mundo – Museo Espacio. Esta visión de la danza como medicina social contrasta fuertemente con la percepción de un simple adorno cultural. En el ámbito internacional, esta expresión se convierte como en la moneda de
cambio más valiosa de la cultural. El papel del Ballet Folklórico de México no es solo entretener; es el de actuar como “embajador cultural” y una herramienta de “política exterior” que contribuye a la imagen de la nación, menciona la revista Foro Internacional. La danza, al trascender barreras lingüísticas y culturales, es un “lenguaje universal” que comunica valores, historia y diversidad, logrando que otras naciones vean a México “como una nación digna de conocer y respetar” , cita Mtra. Viviana Álvarez Basanta, Universidad Autonoma de Guadalajara en el artículo de la UAG titulado “Ballet de México. Es esta la diferencia entre el valor local (salud, comunidad, educación) y el valor global (diplomacia, economía, imagen) donde
reside la verdadera “posibilidad inmensa y estratégica” como menciona SalvadorLópez López, en La Jornada, y que México está dejando escapar al dejar su folclor al
estante del espectáculo.
