El término “Nortexit” ha resurgido en plataformas digitales como una expresión simbólica relacionada con las diferencias económicas y culturales entre regiones del país. Aunque el concepto se originó como un contenido humorístico, su circulación constante ha provocado análisis sobre su trasfondo.
La palabra se deriva de la combinación entre “norte” y “exit”, esta última como referencia al término inglés para “salida”, y se refiere a la idea hipotética de que los estados del norte de México se separen del resto del país. Usuarios han retomado esta noción para señalar la autonomía económica de ciertos estados frente a otras regiones.
Desde 2020, el concepto ha sido utilizado como parte de narrativas digitales que incluyen mapas, memes y referencias al desarrollo industrial de estados como Nuevo León, Chihuahua, Coahuila, Sonora y Tamaulipas. A través de estas representaciones, se plantea que estas entidades podrían sostener un modelo de autogestión con mayores recursos.
El interés por Nortexit se reactivó durante y después de la pandemia de COVID-19, cuando surgieron debates sobre la distribución presupuestaria y las políticas federales hacia distintas regiones. Aunque nunca ha existido una propuesta formal, la circulación del término ha sido constante.
La viralidad del concepto ha generado reacciones diversas entre usuarios de redes sociales. Mientras algunos lo consideran una forma de sátira política, otros lo han interpretado como una expresión de descontento ante la centralización del poder en el país.
Hasta el momento, ninguna entidad federativa ha emitido una postura oficial al respecto. Nortexit permanece como una narrativa digital que refleja tensiones regionales históricas y que continúa generando debate público.