El gobierno de China anunció la implementación de un nuevo régimen de entrada que permite a los ciudadanos de Brasil, Argentina, Chile, Perú y Uruguay ingresar a su territorio sin necesidad de visado. Esta medida tendrá una duración inicial de doce meses, con opción de renovación, y aplica para visitas de carácter turístico, comercial o familiar con estancias no mayores a 30 días.
La decisión se enmarca dentro de una estrategia más amplia de acercamiento bilateral con América del Sur, orientada a fomentar el intercambio económico, cultural y educativo entre ambas regiones. Con esta política, se busca estimular el flujo de visitantes, promover inversiones y abrir nuevos canales de cooperación.
Los cambios en el proceso migratorio fueron implementados tras una serie de reuniones bilaterales, en las cuales se plantearon nuevos mecanismos para simplificar el tránsito de personas, fortalecer la conectividad aérea y ampliar la colaboración entre instituciones gubernamentales.
Además de los beneficios en movilidad, se espera un aumento en el número de estudiantes, empresarios y profesionales interesados en establecer vínculos con China, lo que podría traducirse en una etapa de mayor dinamismo en las relaciones internacionales entre ambas zonas del hemisferio sur.