Investigadores de las universidades de Birmingham (Reino Unido) y Tokio presentaron el 11 de noviembre de 2025 un estudio que analiza cómo la inteligencia artificial, la ciencia del comportamiento y las tecnologías inmersivas se están integrando en la gestión de crisis a nivel global. El trabajo examina cómo los sistemas computacionales avanzados, junto con entornos de simulación virtual, pueden mejorar la preparación ante catástrofes naturales, conflictos sociales o emergencias sanitarias.
El estudio indica que la computación de crisis está evolucionando más allá de la simple predicción de eventos críticos, transformándose en un campo interdisciplinario donde la inteligencia artificial no solo interpreta datos, sino que participa activamente en la toma de decisiones en escenarios complejos. Los autores subrayan que esta nueva práctica combina aspectos técnicos con consideraciones éticas y epistemológicas, desafiando las nociones tradicionales sobre la autonomía de las máquinas y el rol humano en la gestión de riesgos.
De acuerdo con los investigadores, esta integración tecnológica exige revisar los marcos de gobernanza y conocimiento utilizados hasta ahora. La capacidad de los sistemas para anticipar y simular escenarios futuros introduce la necesidad de fortalecer la transparencia, la colaboración entre disciplinas y la responsabilidad social en la toma de decisiones asistida por algoritmos. Los autores concluyen que el futuro de la gestión de crisis dependerá tanto de los avances en inteligencia artificial como de la construcción de estructuras éticas compartidas entre gobiernos, científicos y comunidades.
