Durante la misa del Jubileo dedicada a las familias, celebrada en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV abordó temas relacionados con el matrimonio y la vida. Ante más de 45,000 asistentes, el pontífice destacó la unión entre hombre y mujer como un modelo concreto de amor que da vida, señalando que no se trata de un ideal inalcanzable, sino de una realidad tangible que refleja la imagen de Dios.
En su homilía, León XIV enfatizó el papel de las familias en la formación del futuro de los pueblos y exhortó a los matrimonios a ser ejemplos de amor y coherencia. Subrayó que todos han recibido la vida antes de quererla y que, especialmente los más pequeños, necesitan de los demás para vivir, ya que nadie puede hacerlo solo.
El papa también expresó su preocupación por las consecuencias de una interpretación errónea de la libertad, cuando esta se utiliza para justificar la violencia o la muerte. Aludió a los conflictos en Gaza y Ucrania como ejemplos de situaciones donde la libertad es invocada no para dar vida, sino para quitarla, y no para ayudar, sino para ofender. Recordó que, incluso frente al mal que divide y mata, Jesús sigue orando al Padre por la humanidad.
Durante su intervención, León XIV mencionó ejemplos de matrimonios canonizados, como los padres de Santa Teresa del Niño Jesús y los mártires polacos Ulma, quienes protegieron a judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Destacó que estos testimonios de amor conyugal fortalecen a la sociedad y que la Iglesia considera que el mundo actual necesita la alianza conyugal, superando las fuerzas que desintegran.
Antes de la Eucaristía, .saludó a los asistentes, bendiciendo a niños y familias presentes en la plaza. Este acto marcó su primer gran evento desde su elección el pasado 8 de mayo, consolidando su enfoque en temas relacionados con la familia y la vida humana.