La cifra de elementos de las Fuerzas Especiales del Ejército mexicano fallecidos por la explosión de un artefacto tipo mina en los límites entre Michoacán y Jalisco aumentó a ocho, informaron fuentes federales. El primer reporte indicó que seis militares —dos oficiales y cuatro elementos de tropa— perdieron la vida mientras patrullaban en un vehículo blindado de la Fuerza Especial de Reacción Inmediata (FERI), en la comunidad de El Santuario, municipio de Los Reyes, Michoacán. Las autoridades precisaron que el operativo se realizaba en una zona donde operan grupos delictivos.
Posteriormente, se confirmó que la cifra de muertos ascendió a ocho. Esta acción representa la mayor pérdida registrada por el Ejército en una sola jornada, en el contexto del uso de explosivos artesanales por parte de organizaciones criminales. La zona donde ocurrió el ataque es disputada por el Cártel Jalisco Nueva Generación y los grupos conocidos como Cárteles Unidos. De acuerdo con reportes, estos grupos habrían incorporado a exmilitares colombianos para instruir en la fabricación y uso de explosivos.