El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) inició este miércoles una operación de enforcement migratorio en Minneapolis y St. Paul, dirigida a inmigrantes somalíes indocumentados. La acción forma parte de una serie de iniciativas federales en varias ciudades, incluyendo Nueva Orleans, y se centra en individuos sin estatus legal, según fuentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El presidente Donald Trump realizó comentarios sobre la comunidad somalí durante una reunión de gabinete el martes 3 de diciembre de 2025. Dijo que no desea inmigrantes somalíes en el país y los describió como personas que provienen de un lugar sin estructura, donde se dedican a matarse entre sí. Trump también criticó a la representante demócrata Ilhan Omar, de origen somalí, y al gobernador Tim Walz, al afirmar que la comunidad depende en exceso del sistema de bienestar estadounidense.
La operación responde a la revocación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para somalíes, anunciada el mes pasado, que afecta a varios cientos de residentes en Minnesota desde 1991. Autoridades federales estiman detenciones de cientos de personas en las Ciudades Gemelas, donde vive una de las comunidades somalíes más grandes de Estados Unidos, con alrededor de 80.000 personas de origen somalí, la mayoría con ciudadanía estadounidense. El DHS citó análisis de datos que indican fraude en solicitudes de estatus, como matrimonios fraudulentos, entre esta población.
Tricia McLaughlin, secretaria asistente del DHS, indicó que las acciones de ICE se basan en el estatus legal de las personas, no en su raza o etnia. Kristi Noem, secretaria del DHS, sugirió revisiones a programas de visados en Minnesota y prohibiciones de viaje a países específicos. El ministro de Asuntos Exteriores de Somalia, Ali Omar, respondió que su país se usa como chivo expiatorio para problemas internos de Estados Unidos.
Líderes locales expresaron preocupación por el impacto en la comunidad. El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, señaló que los miembros somalíes son vecinos, amigos y familia, y reiteró su bienvenida en la ciudad. El jefe de policía Brian O’Hara mencionó el temor en la comunidad y confirmó la defensa de derechos de protesta. La senadora estatal Zaynab Mohamed precisó que la mayoría de los somalíes en la zona son ciudadanos estadounidenses. El concejal Jamal Osman llamó a la comunidad a mantenerse informada y solidaria.
La iniciativa sigue un tiroteo la semana pasada en Washington D.C., donde un afgano bajo TPS mató a una mujer de 20 años e hirió a otro hombre. Trump vinculó el incidente a políticas migratorias previas. En redes sociales, Omar respondió que la obsesión de Trump con ella resulta inquietante y que necesita ayuda. Activistas como Olivia Troye, exasesora de seguridad nacional, advirtieron que tales declaraciones crean condiciones para radicalización doméstica.
Hasta el momento, no se reportan detenciones específicas en Minneapolis, aunque la operación está en curso. En Nueva Orleans, la acción paralela, denominada Operación Catahoula Crunch, involucra a 250 agentes y busca al menos 5.000 personas con antecedentes penales. La alcaldesa electa Helena Moreno describió la medida como potencialmente discriminatoria por perfil racial. Organizaciones comunitarias en ambas ciudades distribuyen información sobre derechos, como la necesidad de órdenes judiciales para entradas domiciliarias.
El DHS planea extender revisiones a tarjetas de residencia para migrantes de 19 países, incluyendo Somalia, Afganistán y Yemen. Somalia, uno de los países más pobres del mundo, vio migración masiva a Estados Unidos durante su guerra civil en los años 90.
