El Papa Francisco continuó con sus responsabilidades al frente de la Iglesia Católica mientras permaneció en convalecencia. Así lo confirmaron fuentes del Vaticano, quienes señalaron que el pontífice no delegó el gobierno de la Iglesia durante su periodo de recuperación.
El Papa participó de manera remota en reuniones y decisiones relevantes, manteniendo la agenda institucional activa pese a las limitaciones de salud.
Actualmente, el pontífice sigue bajo seguimiento médico, pero sin alterar sus funciones principales.