El papa León XIV renovó su exhortación a un “alto al fuego inmediato” y a la apertura de un proceso de diálogo, luego del ataque israelí contra la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, única iglesia católica en la Franja, que dejó cuatro personas muertas.
Entre los heridos se encuentra el sacerdote Gabriele Romanelli. Según fuentes vaticanas, el pontífice había mantenido contacto telefónico diario con Romanelli desde el inicio de la ofensiva militar israelí y hasta poco antes del fallecimiento del presbítero, registrado el 21 de abril.
El Vaticano señaló que continuará enviando asistencia humanitaria y destacó la necesidad de proteger a la población civil y los lugares de culto mientras persistan las hostilidades.