Tras la captura de Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán el pasado 5 de enero, se ha vuelto a rememorar su primera captura y posterior liberación efectuada en 2019, que fue conocida como El Culiacanazo.
Este evento, además de recordar cómo Ovidio fue puesto en libertad por el presidente Andrés Manuel López Obrador, también llamó la atención por las acciones que hizo “El Ratón” posterior a su liberación en la capital de Sinaloa.
Resulta que el hijo de “El Chapo” viajó a la Ciudad de México tras el Culiacanazo, y pudo ser visto en diferentes ocasiones por las zonas más exclusivas del país, así como en los restaurantes y tiendas más prestigiosas.
“El Ratón” había decidido trasladarse a la CDMX para resguardarse no solo de los miembros del Ejército mexicano, que ofrecían la recompensa de US$5 millones por cualquier información que llevara a su recaptura, sino de sicarios que habían sido contratados por otros cárteles criminales para asesinarlo. En ese momento Ovidio Guzmán vivió durante seis meses en la CDMX, y se le pudo ver caminando en famosos sectores como la Colonia Roma, La Condesa y Santa Fe.
PASTELES Y MALTEADAS
Una de las aficiones que más se conoció de Ovidio era su gusto por los pasteles. “El Ratón” solía ir al Parque Delta, un centro comercial, y se dirigía a un local llamado The Cheesecake Factory, que se encontraba en la planta del edificio.
