El gobierno de Perú anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con México, luego de que la ex primera ministra peruana solicitara asilo político en la embajada mexicana en Lima, lo que desató una nueva tensión entre ambos países.
Según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, la decisión responde a lo que calificaron como una “intervención inaceptable” en sus asuntos internos, señalando que México habría concedido refugio a una figura clave investigada por presuntos actos de corrupción durante el gobierno anterior.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México afirmó que el país actuó conforme al derecho internacional y los tratados sobre asilo diplomático, reiterando su compromiso con la protección de los derechos humanos.
La ruptura implica el retiro inmediato de embajadores y la suspensión de actividades diplomáticas en ambos territorios. Analistas advierten que este conflicto podría afectar las relaciones comerciales y de cooperación entre ambas naciones, que en los últimos años habían mantenido un vínculo estable dentro de la Alianza del Pacífico.
				
													