PRÁCTICAS SEXUALES MÁS PERTURBADORAS DE LA ANTIGÜEDAD

Las prácticas sexuales han sido vistas diferentes en distintas culturas, incluso se han atrevido a ‘ir más allá’ y llevar a cabo algunas prácticas que otros consideran extrañas e incluso, perturbadoras, ya que no veían con buenos ojos ciertas prácticas sexuales y las castigaban con rudeza, otros las aceptaban o tenían costumbre que nosotros miraríamos y nos preguntaríamos.

LA NECROFILIA

La necrofilia ha sido rechazada desde siempre, sin embargo los egipcios no la veían con malos ojos incluso era considerada una práctica convencional.

Como medida para prevenirlo, las familias de las mujeres fallecidas contrataban guardias que vigilaban los cuerpos durante el proceso de momificación.

LA MASTURBACIÓN

La masturbación que llevaban a cabo los egipcios era muy distinta a la que algunos practican en la actualidad. En el antiguo Egipto esta práctica sexual sucedía cada año durante una ceremonia en homenaje al dios Atum, los hombres se dirigían a la orilla del río Nilo a masturbarse con el fin de que el líquido seminal cayera en las aguas.
En sus creencias, el dios Atum se había masturbado y de su semen habían nacido otras deidades que le ayudaron a crear y gobernar el universo, según explica ‘El Universal’.

ORGÍAS COMO CEREMONIAS

Estas eran ceremonias religiosas en las que se llevaban a cabo ritos para la fertilidad por medio de prolongadas sesiones sexuales. En las mismas se hacían grandes banquetes y había música.

Honrar a los dioses en nombre de la fertilidad” era la razón que se daba en los tiempos de la Antigua Grecia y del Imperio Romano para formar grandes orgías, describe ‘La Vanguardia’.

PERVERSIONES ILUSTRADAS

En el antiguo Japón había un grupo de artistas conocidos como ilustradores de ukiyo-e, que se dedicaban a hacer estampas sexuales llamadas shunga. Estas imágenes mostraban todo tipo de relaciones sexuales que incluían a seres mitológicos o fantásticos. lo cual fueron inspiracion del hental.
Otras ilustraciones, conocidas como emaki, se usaban para “instruir a jóvenes doncellas nobles para que supiesen qué se esperaba de ellas tras el matrimonio”, indica ‘La Vanguardia’.

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