Durante el mes de mayo, el precio de la carne de res registró su incremento más alto en los últimos diez años, con una variación anual de 7.2%, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este aumento supera al registrado en el mismo mes de 2022, cuando el alza fue de 1.9%, y representa un repunte importante dentro de los productos que integran el Índice Nacional de Precios al Consumidor.
Especialistas del sector atribuyen este comportamiento a diversos factores, entre ellos el encarecimiento de los costos de producción y el impacto de la sequía en varias regiones del país, lo que ha reducido la oferta ganadera. También influyen los cambios en la demanda interna y externa, así como el comportamiento de los mercados internacionales de alimentos.
El aumento en el precio de la carne de res se da en un contexto en el que los alimentos y bebidas no alcohólicas han reportado incrementos sostenidos. Según el INEGI, este grupo de productos ha sido uno de los principales impulsores de la inflación en los últimos meses, lo que impacta directamente en el gasto de los hogares mexicanos.