Las autoridades del estado de Texas iniciaron un proceso judicial en contra del propietario de un campamento infantil ubicado en la comunidad de Mystic, luego de que al menos cuatro menores de edad perdieran la vida y varios más resultaran heridos tras una serie de inundaciones que afectaron la zona en días recientes.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés) informó que el propietario enfrenta cargos por poner en peligro la vida de menores al no evacuar el lugar a pesar de las alertas climáticas emitidas con antelación. El incidente ocurrió cuando lluvias intensas provocaron el desbordamiento de un arroyo cercano, lo que inundó repentinamente el campamento. Equipos de rescate locales y estatales intervinieron en la emergencia, logrando evacuar a decenas de niños, aunque varios fueron arrastrados por la corriente.
El campamento Mystic, que opera durante el verano y recibe a niños y adolescentes de distintas ciudades del estado, fue sorprendido por las crecientes provocadas por la tormenta. Reportes preliminares del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) indican que la zona recibió precipitaciones superiores a los 150 milímetros en menos de 24 horas. La región ya había registrado saturación del suelo por lluvias previas.
De acuerdo con la investigación, las autoridades locales habían emitido una advertencia de inundación con varias horas de anticipación. Sin embargo, según los testimonios recopilados por las autoridades, el personal del campamento no implementó medidas de evacuación inmediatas. Los fiscales argumentan que esta omisión pudo haber contribuido directamente a la pérdida de vidas.
El gobernador del estado, Greg Abbott, expresó sus condolencias a las familias afectadas y ordenó una revisión de los protocolos de emergencia en instalaciones que alojen menores durante eventos climáticos extremos. El mandatario agregó que la prioridad será garantizar que este tipo de situaciones no se repitan y que los operadores de este tipo de establecimientos cumplan con sus obligaciones legales y de seguridad.
El propietario, cuya identidad fue revelada como parte del expediente judicial, fue detenido y liberado posteriormente bajo fianza. El caso continúa bajo investigación, mientras que autoridades estatales y federales analizan la posibilidad de sanciones adicionales.
Mientras tanto, el campamento ha suspendido sus actividades y las autoridades ambientales han emitido una nueva alerta por posibles lluvias adicionales en el centro-sur de Texas. Equipos forenses y de rescate continúan laborando en la zona para evaluar los daños y ubicar a posibles desaparecidos.
El incidente ha generado un debate público sobre la responsabilidad de los organizadores de campamentos infantiles ante eventos climáticos extremos, así como sobre la efectividad de los sistemas de alerta temprana en regiones vulnerables a inundaciones.
